Un profesor español de la Universidad de la Rioja afirma que Los Evangelios cristianos son una falsificación del siglo IV, los cuales demostrarían que el Cristianismo no lo fundó Jesucristo sino el emperador romano Constantino.
En su libro Simón, opera magna, el investigador Fernando Conde Torrens sostiene que los evangelios y el Nuevo Testamento no los escribieron San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan, sino Eusebio de Cesarea, siguiendo órdenes del emperador Constantino.
El investigador sostiene que Eusebio de Cesárea, el verdadero autor de los evangelios, se opuso a las intenciones del emperador y firmó con el alias «Simon» cada libro que luego fue falsificado.
Torrens sostiene que mediante el empleo de acrósticos, mensajes ocultos formados con las primeras letras de un verso, las firmas aparecen a lo largo del nuevo testamento.
En concreto y según este profesor hay cinco mil firmas en todo el Nuevo Testamento y más de dos mil en los Evangelios.
Jesús no nació hace 2004 años, tampoco nació el 25 de diciembre, su lugar de nacimiento no fue Belén….ahora los cuatro apostoles no eran tales. Dime por favor que hice la comunión para algo 🙂
La afirmación de ese señor no tiene mucha credibilidad o al menos eso me parece.
La dificultal está en que Eusebio de Cesarea nació casi trescientos años después de Cristo; de hecho, fue nombrado obispo de Cesarea en el 313. Y los manuscritos de esos cuatro Evangelios son, en el tiempo, muy anteriores al tal obispo. Es más, había entonces otros muchos más Evangelios, como el de San Pedro, el de los Hebreos (este usado por los judíos cristianos), el de los epicpcios o copto, el gnóstico, el de Felipe y muchos otros textos. Yo creo que muchos de los que luego el Decreto Gelasiano (hacia el 493) declaró apócrifos eran, sin embargo, tan auténticos como los aceptados… sólo que no convenía al Poder, y el poder lo tenía el papa apostólico y romano (San Gelasio I)
De hecho, Eusebio tuvo grandes disputas, siendo ya obispo, con los ortodoxos (iglesia oriental) y con los luego calificados de heréticos: los arrianos. Ytodos estos, evidentemente, tenían sus Evangelios, Epístolas, Biblias y demás parafernalia litero-sacra.
Cualquier texto que no fuera anterior al tal obispo, como se comprenderá, no habría sido aceptado por las iglesias.
Es más, ahí está la Vulgata, la Biblia en latín. San Jerónimo tradujo al latín el Nuevo Testamento antes del año 389 (empezó en el 382) y en el 390 empezó a traducir el Antiguo Testamento…
Así que considero un disparate las conclusiones de ese señor. Saludos.
Estimado Sr. Onory,
para opinar con base, convendría que se leyera el libro, me parece. Enjuiciar en base a unos párrafos es muy poca base. Le brindo la posibilidad de conocer el capítulo primero del libro:
http://www.sofiaoriginals.com/simoncapituloprimero.htm
En el blog http://simonoperamagna.blogs.com
tiene en estos momentos tres capítulos de Mateo y dos cartas de Juan con todas las firmas de Simón que contienen. Simplemente leyendo lo anterior tendrá mejores elementos de juicio.
Sobre sus comentarios, en dos temas quiero aportar algo: Eusebio era íntimo de Arrio y de Eusebio de Nicomedia, que pasaron a la historia de los vencedores como arrianos, Eusebio estaba entre los arrianos (opuestos a Constantino) como en su casa. De hecho él se opuso en un principio a firmar el OK en Nicea. Nada menos.
La Vulgata que Vd. cita es la confirmación de que las firmas de Eusebio fueron descubiertas y rápidamente se tradujo el texto griego – plagado de firmas – al latín y se prohibió el uso de los textos griegos, hasta la Edad Media y más tarde.
Un cordial saludo.
Fernando Conde, autor de «Simón, opera magna».
Decir, como dice usted, que no hubo mártires y que la iglesia primitiva no fue perseguida, es ya el no va más.
Debería usted visitar las catabumbas romanas, por ejemplo, para estudiar su afirmación GRATUITA in situ, ya que no se apoya en documentos reales.
Y, dicho sea de paso, ¿qué tiene de «extraordinaria» que usted encuentre la palabra Simón aplicándole una regla (su regla)… los cabalistas y los gnósticos, en los textos sagrados, aplicandos sus propias reglas, encuentran más, mucho más que la palabra Simón: según ellos, encuentran infinitos sentidos, infinitas nuevas enseñanzas incrustradas en el texto sacro original…
Por supuesto, la diferencia entre ellos y usted es que aquéllos alcanzan un nivel de fantasía muy superior, pues ven mucho más que un triste «simón».
Base es deducir a partir de pruebas reales, no de elucubraciones imaginarias y fantasiosas. De momento, no veo en su enlace prueba alguna… y no pienso comprarle el libro: con lo que ofrece no me convence, al contrario, me afianza en que es un libro más de esos que no sirven para nada, salvo para sacar cuatro euros a los desprevenidos.
Saludos.
PD: Y aún sigue usted ignorando la historia DOCUMENTADA que hay antes del tal obispo, (300 años). ¿Esos 300 años tampoco existieron y no existen documentos (manuscritos, tallados, monumentos) anteriores al mismo, es decir, durante esos tres primeros siglos del cristianismo?
Respecto a su afirmación de que no existieron mártires ni persecuciones: «¿Sabía el lector que jamás hubo persecuciones contra los cristianos, sencillamente porque el Cristianismo se inventó en el siglo cuarto, por orden de Constantino, y que tampoco hubo mártires que las sufrieran?»… pues tomaré a su héroe Eusebio:
Se hizo llamar Eusebio Pánfilo, ya que adoptó el nombre de su amigo y maestro Pánfilo de Cesarea y, mire usted por dónde, Eusebio huyó de Cesarea y se refugió en Tiro cuando a su admirado maestro lo apresaron y sometieron a martirio, de lo que él mismo fue desgraciado testigo. Pero el refugio en Tiro fue breve, pues también se fió forzado a salir huyendo de esta ciudad durante las persecuciones generalizadas que entonces hubo contra los cristianos, a principios del siglo IV. No se tiene certeza absoluta, pero se considera muy probable que fuera encarcelado a su llegada a Egipto, el país al que huyó. Fue puesto en libertad en el 310, cuando cesaron las persecuciones (y en el 314 fue nombrado obispo de Cesarea)…
Personalmente, no le voy a discutir que los Evangelios no fueran escritos por aquéllos a quienes les son atribuidos. Ningún historiador serio y documentado dirá que el evangelio de San Mateo, considerado durante mucho tiempo el primer evangelio de los escritos, sea de dicho discípulo: en realidad, es admitido que su autor nos es desconocido y que, en base a las pruebas y deducciones, éste, en realidad, es un texto basado en el de San Marcos, que ahora se considera como el primero de los escritos. De este Evangelio, los indicios más antiguos relativos a su autor, vienen de, efectivamente, Eusebio de Cesarea, el cual cita a un escritor más antiguo, llamado Papías. Éste a su vez, cita a otro más antiguo, al que llama «el presbítero». “Y solía decir el Presbítero esto: ‘Marcos, al ser el intérprete de Pedro, escribió con exactitud, pero no en orden, lo que recordaba que había sido dicho y hecho por el Señor’”. Es virtualmente indudable que, en opinión de Papías, este Marcos era Juan Marcos, primo de Bernabé, mencionado en Hechos de los Apóstoles (He. 15,37-39), en varias epístolas de san Pablo (Colosenses 4,10; 2 Timoteo 4,11; Filemón 24) y en 1 Pedro 5,13. La investigación crítica no ha conseguido demostrar esta hipótesis, ni tampoco refutarla, aunque existen razones para dudar de ella. El Presbítero también es mencionado en las dos últimas epístolas de San Juan.
La realidad es que, hoy día, es prácticamente reconocido por todos que ninguno de los Evangelios fueron escritos por ninguno de los Apóstoles; pero los Evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas) existían ya antes de Eusebio, por lo que NO PUDO ESCRIBIRLOS. De lo que él fue responsable fue de los cánones, es decir, del sistema de referencias a los Evangelios utilizados en muchos escritos bíblicos. Preparó o perfeccionó la obra de Amonio Sacas (en griego, Ammonios Saccas), teólogo alejandrino del siglo III, dividiendo el Evangelio según san Mateo en 355 secciones, el Evangelio según san Marcos en 236, el Evangelio según san Lucas en 342 y el Evangelio según san Juan en 232, con el número de cada una de ellas, llamadas secciones ammonianas, anotado al margen del texto. Para facilitar la consulta, Eusebio elaboró 10 tablas o listas clarificadoras.
Evidentemente, estuvo TRABAJANDO sobre textos que ya existían, no fue que descubrió a la cristiandad de entonces unos nuevos textos…
… textos cuyos manuscritos originales eran guardados o conservados como reliquias en sus correspondientes iglesias. Por ejemplo, el evangelio atribuído a San Juan era el manuscrito que desde finales del siglo I estaba custodiado en la iglesia de los fieles griegos de Éfeso… y es considerado el último de los escritos, opinión compartida y fundamentada por los estudiosos modernos…
Pero una cosa es decir que los Evangelios no fueron escritos por aquellos a quienes son atribuidos, lo cual es sabido hace ya muuuuucho tiempo, y otra es decir que fueron escritos pasada la primera década del siglo IV… sin más comentarios.
Saludos.
Nota final: conste que no soy cristiano, que no creo en la divinidad de Jesús y que en absoluto creo en sus milagros. Además, mi concepto de Dios es incompatible con el concepto de Dios de los judíos primero, y de los cristianos después.
Estimado Sr. Onory,
si un autor está estudiando los Evangelios entre 5 y 10 años y encuentra 2.000 firmas de Simón, una tras otra, en esos Evangelios y muestra unas 50 en su libro y 60 más, por ahora, en 5 documentos ofrecidos en el blog del autor (3 capítulos de Mateo + 2 cartas de Juan), el tema en discusión es si esas firmas existen o no existen y explicar cómo es que están ahí, si es que existen. Y si están, estarán porque alguien las puso ¿o se pusieron solas por un azar juguetón? Ahí está ahora la discusión, digo yo, si es que va a haber discusión.
En vez de discutir sobre lo que yo he aportado, me dice Vd., y ya sé que lo hace con la mejor intención, que “esto ya es el no va más”, “que me vaya a Roma”, “que los cabalistas dicen cosas más pintorescas que yo” o “que me crea la historia”, historia que han dejado escrita los mismos que han falsificado y puesto 4.500 firmas en todo el Nuevo Testamento. Es una incongruencia, amigo mío. Ni Vd. ni ninguna otra persona de las que se posicionan en contra, quieren saber nada de las firmas y se las quitan de encima por procedimientos pintorescos, fulminantes, sin más, hale hoop!
Veo que 60 firmas en perfecta formación (las del blog) no le dicen nada, ni mueven un ápice sus firmes opiniones. Ni siquiera ve necesario hablar de ellas. De acuerdo. No era mi intención convencerle de nada, sino captar otra cosa. Ya la he captado y me conformo con eso.
Me recita Vd. toda la historia de Eusebio, escrita por él mismo para el consumo, al igual que los textos sagrados cristianos. ¿Cómo puedo decirle que la Historia Eclesiástica es una inmensa falsificación hecha por el protagonista de su historia, Eusebio? Me está diciendo que lo que yo digo, lo de que Eusebio falsificó los Evangelios, no es cierto porque Eusebio mismo, en su Historia Eclesiástica, dice que él no falsificó los Evangelios. Que los Evangelios ya estaban antes de venir él. Genial. Vale, Sr. Onory.
Mire, Vd. las Iglesias siempre van muy detrás de las investigaciones independientes como la mía, modestia aparte, pero voy a ensalzarme un poquillo. Reconocen las cosas cuando ya están super-probadas y no les queda más remedio. Estoy convencido de que su posición no es la que mantiene la Organización que creó y protege el invento y la manipulación, es más avanzada. Pero cuando incluso Vd., que asegura no ser parte de la Iglesia cristiana, va a estudiar el tema, se tiene que apoyar en lo que dice Eusebio sobre Papías, Hegesipo, Juan el Viejo o Policarpo el joven. Sr. Onory, todas sus convicciones descansan en la palabra de Eusebio, alias Simón. Yo no estaría tan firme y seguro. Quiero creer que por las noches, y sin que nadie le vea, va a analizar con más detenimiento esas dichosas firmas, no sea que …
Que conste que aquí no estamos hablando de la Divinidad, eso es punto y aparte.
Sr. Onory, ha sido aclaratorio para mí conocer la postura de todo un profesional.
Un cordial saludo.
Fernando Conde.
«Me recita Vd. toda la historia de Eusebio, escrita por él mismo para el consumo, al igual que los textos sagrados cristianos.»
A partir de esa premisa, ¿qué se puede entonces discutir?. Lo patético es que todas sus afirmaciones y el libro que se ha escrito están basados, precisamente, sobre Eusebio. ¿Cómo pretende menospreciar mi observación porque me baso en Eusebio, siendo que usted basa su pensamiento sobre Eusebio?
No es mi intención extenderme sobre su opinión. Ya está claro lo que usted cree, esté o no realmente fundamentado… pues vale. Esto no es una cuestión de creer ni mucho menos de fe… es una cuestión de documentar, de probar fehacientemente. Quien sabe, igual mañana le vemos reconocido como el gran investigador que descubrió los orígenes del cristianismo… (aunque le queda explicar los siglos anteriores al IV, pero bueno, seguro que lo hace)…
Sobre mi posición… le aseguro a usted que no es nada avanzada: las conclusiones sobre los autores de los Evangelios ya constaban en las enciclopedias más serias, científicamente hablando, del siglo XIX… excepto las conclusiones sobre el de San Juan, que son producto de las investigaciones de los historiógrafos del XX… y respecto a los orígenes del cristianismo, hoy se tiene la práctica seguridad de que está relacionado con los esenios, secta judía borrada de la historia a partir del año 69 ó 70, creo recordar, cuando la dispersión, coincidiendo con la destrucción del Templo de Jerusalén (son indirectamente citados en los Evangelios, al decir que una de las puertas de la ciudad era conocida como «la puerta de los esenios»). A este respecto, me remito a los estudios y traducciones del gran tesoro encontrado a los mismos: los manuscritos del Mar Muerto, en Qumran…
El cristianismo fue, al principio, exclusivamente una secta judía con fieles judíos. Y la tradición era oral, como orales fueron las enseñanzas de Pitágoras, que jamás escribio una línea, las de los maestros de la escuela presocrática, etcétera: sólo conocemos referencias a su pensamiento. En el caso de estos últimos, fundamentalmente por lo que nos cuentan tanto Platón como Aristóteles, Sócrates… y respecto al cristianismo… je, en un mensaje de mi blog reflexionaba hace unos días, antes de esta «discusión», hasta qué punto no serían más auténticos algunos de los textos anatemizados por el Decreto Gelasiano que los textos «oficializados»…
Sinceramente, me fascina más conseguir, tener acceso a textos de lo que fue condenado bajo herejía y anatema, que lo aceptado como auténtico de cara a los fieles. La verdad de aquellos principios no puede estar sino en el conjunto de manuscritos que había… no sólo en una «selección» hecha por los cristianos gentiles, una vez estos superaron en número a la comunidad judía (hacia el siglo II, gracias al apóstol San Pablo, judío de nacimiento, del que anatemizaban los judeocristianos por declarar que la circuncisión y la Ley, en general, no tenían valor alguno y no había el porqué cumplirlas, entre otras cosas)…
Yo le admito que esos evangelios puedan estar hechos a la medida y conveniencia de aquellos gentiles favorecidos por el emperador y que sea ése el momento en el que surge la visión oficial de los católicos: el Credo de Nicea y la dogmática afirmación de que Jesús es, nada menos, que Dios…
Pero insisto: esos no son los orígenes del cristianismo… espero me entienda.
Una observación final: lo de los cabalistas y gnósticos es, créame, asombroso. Las lecturas paralelas que son capaces de hacer, sobre todo los primeros, respecto de sus textos sagrados (la Biblia), es, cuando menos, admirable, cuando no increíble… No en vano se trata de la mística judía. Mi primer contacto intelectual con esta, para mí, curiosa forma de interpretar los textos bíblicos, fue hacia 1980, no recuerdo muy bien, de la mano literaria del Gran Rabino de Ginebra y catedrático de la Universidad de Ginebra, Alexandre Safran (La Cábala). Ha sido uno de los pocos libros sobre cábala escritos con seriedad y rigor científico que he tenido ocasión de leer. Lo recomiendo.
Un saludo y dejo el tema, no sin desearle suerte con su libro y animarle a desarrollar aún más lejos, si le es posible, sus ideas. Lo importante, creo yo, es pensar y dejar escrito el pensamiento para que otros lo puedan medir y juzgar. La razón se la dará o quitará el tiempo y lo que otros tengan que decir u objetar sobre lo que usted haya escrito. Así es como ha ido avanzando el conocimiento y las Ciencias y ésa es la grandeza de la escritura con contenido… ;–)
Bueno, me tomé la molestia de leer en su foro. Su regla, según sus palabras: «Tienes que aceptar que 1-2-n-2-1 es un ideal. La realidad es una distribución muy aproximada, en el que cabe ese 3-4-n-2-1 o un 1-1-n-1-1.» Primera reflexión: Hay que aceptar… muy científico, sí señor… Segunda reflexión: cualquier combinación vale, con tal que nos de lo que me interesa, es decir, simon.
No tiene constantes, pues puede ser 1-2, que 3-4… que lo que sea… y, para más inri, la regla central es absolutamente arbitraria: N, es decir, la que me de la gana, en cualquier posición: basta con que sea una O… muy científico, sí señor…
Para rematar, no han de ser letras estrictas, basta con que sean fonéticamente similares: la O si es la letra griega omicron o la omega, la I si es la iota o la ipsilon, la S si es la sigma, la psi o la xi… etcétera… muy científico, sí señor…
¿Y dice que jugando así «sólo» ha encontrado 2000 veces la combinación simón?… me sorprende: matemáticamente deberían ser más, muchas más… repase su trabajo, total, donde ya perdió diez años, bien puede perder diez más…
¿Se da usted cuenta de que con tan «estricta» condición de búsqueda, la tal palabra puede ser «hallada» (mejor diría recreada) decenas de miles de veces en el Antiguo Testamento, es decir, en la Biblia judía? ¿El judaísmo, entonces, nació con Eusebio, en el siglo IV?
¿Se da usted cuenta de que con tan «estricta» condición de búsqueda, la tal palabra es repetible hasta la saciedad en el Don Quijote de la Mancha? ¿Debemos concluir entonces que Don Miguel de Cervantes era Eusebio de Cesarea?…
Mire, como juego infantil es divertido… pero sólo como juego, como pasatiempo… como «mataratos».
Me voy a quedar con la regla central de su «sistema»: la N… es decir, a conveniencia, a voluntad absoluta… escojo la versión de la Vulgata del testamento de San Juan y, ¿qué leo?… lo que yo quiera, por supuesto… pero en este caso leo Eusebio de Cesarea:
1,1 in principio Erat…
1,2 hoc erat in principio apUd…
1,3 omnia per ipSum…
1,4 in ipso vita Erat…
1,5 et lux in teneBris…
1,6 fuIt…
1,7 hic venit in testimOnium…
1,8 non erat ille lux seD…
1,9 Erat…
1,10 in mundo erat et mundus per ipsum faCtus…
1,11 in propria vEnit…
1,12 quotquot autem receperunt eum dedit eiS…
1,13 qui non ex sAnguinibus…
1,14 et veRbum…
1,15 IohannEs…
1,16 et de plenitudine eius nos omnes Accepimus…
Así que concluyo que el tal Obispo escribió el Evangelio de San Juán. Y si nadie se percata de mi estupidez, aún puedo «demostrar» que el Génesis también fue escrito por el dichoso obispo (habrá que pedir su santificación… o, mejor diría, deificación):
1:1 in principio crEavit…
1:2 terra aUtem…
1:3 dixitque deuS…
1:4 Et…
1:5 appellavitque lucem diem et teneBras…
1:6 dIxit…
1:7 et fecit deus firmamentum divisitque aquas quae erant sub firmamentO…
1:8 vocavitque Deus…
1:9 dixit vEro…
1:10 et voCavit…
1:11 Et…
1:12 et protulit terra herbam virentem et adferentem Semen…
1:13 fActumque…
1:14 dixit autem deus fiant luminaRia…
1:15 ut lucEant…
1:16 fecitque deus duo mAgna…
Y tras esta asombrosa e inapelable demostración, concluyo que los judíos no escribieron el Génesis, que éste fue escrito por Eusebio de Cesarea el cual, además, escribió los textos del Nuevo Testamento… conclusión final: Eusebio es el Dios bíblico y Eusebio es el humano Dios evangélico… la cual divinidad queda confirmada por el hecho de que sea cual sea el texto, no importa de quién ni cuándo lo escribió, siempre hallaremos en el mismo, escrito de manera «oculta», soterradamente «esotérico», el nombre perdido del Creador: EUSEBIO DE CESAREA…
Concluyo con una cita a don Jorge Luis Borges:
«.. Pues bien; si a un cervantista se le ocurriera decir: el Quijote empieza con dos palabras monosilábicas terminadas en n: (en y un), y sigue con una de cinco letras (lugar), con dos de dos letras (de la), con una de cinco o de seis (Mancha), y luego se le ocurriera derivar conclusiones de eso, inmediatamente se pensaría que está loco. La Biblia ha sido estudiada de ese modo.»
Esto lo escribió para una conferencia en El Coliseo de Buenos Aires, el 25 de julio de 1977… y estoy de acuerdo con el maestro en que, si me creo mi «demostración» anteriormente realizada, conforme a la regla N, entonces, cuando menos, sería un loco…
¿o no?
Saludos.
Fe de Errata: donde dije «basta con que sea una O» quería decir «una M», que es la letra central de siMon. Ha sido un error «tipográfico», producto de las prisas de la mañana.
Sr. Onory, es Vd. inconmensarable y me agrada mucho lo que ha hecho, al menos ha trabajado un poquillo. Ha tratado de demostrar con hechos sus dichos y eso es loable, de veras, felicidades, no se ha quedado Vd. en las palabras fáciles. Empiezo por el final de su largo mail. Está Vd. la mar de eufórico de haber encontrado el nombre de Eusebio de Cesárea en no sé qué sitios. Pero, Sr. Onory, hay un tremendo y catastrófico fallo en su método, que Vd. sí que elige las palabras que necesita con total arbitrariedad, donde las haya, alguna habrá en esa línea. Sr. Onory, no se ha enterdao de lo que yo he descubierto ni de lo que es un acróstico. Un acróstico obedece a leyes muy estrictas de colocación de la letras del mensaje oculto, si no, podrían encontrar supuestos mensajes ocultos los niños de 7 años, haciendo lo que Vd. hace, cogiendo la siguiente letra donde aparezca. Léase un poquillo el artículo «La lógica de las firmas» del blog y se enterará de que las letras de Simón tienen que estar en 6 columnas consecutivas, en 6. Repaso el lugar que ocupan las letras EUSEB en su segundo hallazgo, la E en posición 14ª, la U en posición 7ª, la S en posición 12ª, la E en posición 1ª, la B en la posición 29ª, etc. Sr. Onory eso no es un acróstico, eso es … nada, el sueño de una noche de verano. Para cada firma tome 6 columnas consecutivas y encuentre la firma en esas 6 columnas. Y halle 100 firmas seguidas y entonces empezaré a pensar si tiene Vd. razón, pero en seis columnas, por favor.
Sobre sus párrafos anteriores, lleva Vd. la discusión a lugares comunes, no, Sr. mío, si quiere discutirme tendrá que hablar de las firmas, pero de firmas como las que reproduzco en el libro (para los pudientes) y en el blog (para los que no quieren comprarse el libro). Llevar hábilmente el centro de la discusión a la Cábala y a otros sitios es zafarse del núcleo, que con reglas estrictas, no a lo loco, hay 2.000 firmas seguidas en los Evangelios. En dos cadenas paralelas, pese a quien pese y el problema ahora es dilucidar quién las puso allí, papa Gelasio al margen. El otro día un profesional como Vd. me mandó el preambulo de la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1.995 creo, según él hecha por Simón. Había hallado firmas de Simón por el mismo procedimiento que Vd., donde me dé la gana. Inténtelo de nuevo, amigo mío, pero siga las reglas que siguió Simón y que yo explico con claridad y ejemplos, tanto en el libro como en el blog. Y luego me lo cuenta.
Y aquí me quedo, Sr. Onory. Yo no coincido con la Cábala, pero no hablo mal de ella. Y menos en público. De lo que sé muy poquito, me callo.
Un saludo. Fernando Conde.
5,3 beati pauperes spiritu quoniam ipsorum est regnum caelorum (Evangelium secundum Matthaeum)
o, como dicen dos proverbios latinos:
Navita de ventisd, de tauris narrat arator.
Trahit sua quemque voluptas.
Lo cual, cantado por el genial Joan Manuel Serrat, queda soberbio: «Cada loco con su tema.» (*1)
Pues «phryx plagis emendatur» es muy cierto, y tal siento por usted.
No seré yo quien pretenda sacarlo de su «limbus fatuorum» (*2), pues estoy con San Buenaventura cuando escribió en su Speculum disciplinae (1,16): «Insapienti non nisi sua placent; omnis enim stultitia laborat fastidio sui.»
En fin, creo que esta brevedad es más que suficiente. He procurado, en cualquier caso, seguir el proverbio bíblico que dice: «responde stulto juxta stultitiam suam, ne sibi sapiens esse videatur.»
Buenos dias.
Notas:
(*1) «Every ass loves hear himself bray.» (T.Fuller, Gnomología, nº 1404).
(*2) «A fools’s paradise is a wise man’s hell» (T.Fuller, The holy state, pág.320).
Por lo general, contestar a los argumentos con un exabrupto indica mal estilo tanto como no aceptar una derrota en toda regla en el debate de las ideas. Cuando soy yo el que recibo una respuesta así, en especial cuando, como en este caso, se adereza con insultos no disimulados suelo dar por zanjada la cuestión. He imaginado una explicación a la reacción de onory: intuye que lo que F.Conde ha encontrado es verdera importante y sumamente perturbador y eso le ha pertubado. Si eso supone aceptar que la reacción de onory supone una postura de deshonestidad intelectual pues, pues bueno, me temo que eso es lo que hay.
Yo sí he leído el libro de Conde Torrens en todos sus términos y acepto como probables casi todas sus conclusiones. No estoy seguro de estar totalmente de acuerdo con alguna de sus conclusiones más radicales y creo que algún esqueleto o espantapájaros debió vestir Eusebio para obtener finalmente todo ese complejo conjunto de obras. Parece que el famoso grafiti de Alexámenos, adorando a su dios con cabeza asno crucificado es anterior al siglo IV lo que legitimaría la existencia de un cristianismo anterior a Constantino. Es más difícil aceptar que Constatino ‘creó’ el cristianismo de la nada a pensar que partió de una secta MUY separada del judaísmo con una abundante tradición oral y, quizá, con antiguos textos de los que partió. No podemos estar seguros de hasta qué punto las omnipresentes firmas indican que la totalidad de lo firmado es una completa falsificación o si simplemente presenta ciertas modificaciones pero un porcentaje sustancial es todavía auténtico.
mmmm… diálogos de sordos. Patético ver cómo a preguntas y razonamientos inteligentes, no hay respuesta alguna… sólo palabras, palabras para esconder la propia ignorancia. Estoy con onory: «cada loco con su tema.» Por cierto, si alguien quiere entretenerse un rato, a lo largo de este hilo hay unos cuantas firmas «simon»… al buen lector el pasatiempo de encontrarlas y encenderle una vela al divino.
Ja !
Parece que este señor no ha oído hablar ni del papiro de Manchester (Evangelio de San Juan, del 125, copia de otro anterior), ni de los manuscritos de la cueva 7 de Qumran, entre los que encontramos algunas cartas de Pablo y de Pedro, así como un trozo del Evangelio de San Marcos, el famoso 7Q5, ni tampoco del papiro Magdalen, que incluso podría ser contemporáneo de Jesús, ni de las citas de Flavio Josefo, Tácito, Suetonio, el Talmud, etc, etc, etc. En fin, siempre podemos suponer que Eusebio de Cesarea fue un superhombre que vivió más de 400 años o bien que dedicó su vida por entero a manipular escritos cristianos y no paganos por orden de Constantino.
Si siguiésemos el método que este señor nos propone dejaríamos la historia antigua reducida a nada, puesto que yo mismo podría decir tamnién que Julio César no existió, que fue un mito, si lo argumento bien, claro.
Un saludo
Estimado caballero, todos esos papiros que cita han sido datados por paleografía, «ciencia» basada en la similitud de escritura. Sobre la debilidad de ese método, ahora que se ha descubierto una «sospecha» de falsificación gigante, ya hablo en el libro. Sobre el tema del 7Q5 aún se sigue discutiendo y las jerarquías nunca han aceptado al tesis del padre O´Callaghan, ahora tan aventadas como defensa. Las supuestas «citas» que menciona están una a una detalladas en el libro, con todas las firmas encadenadas de Simón que escondían. ¿Por que no se lee el libro antes de rebatir lo que su autor defiende en él? Si me manda su dirección me ofrezco a mandarle uno por correo, libre de gastos. Yo, señor mío, más no puedo hacer. Un respetuoso saludo.
Qué cosas, por Dios.
Ahora nos viene para instruirnos en que que la paleografía es un «ciencia», así, con comillas…
Supongo que ahora la ciencia se escribe se llama Simon, con mayúsculos y zumo, para que entre mejor…
y al fundador de la nueva ciencia yo le llamo
el gurú embaucador, del ramo charlatán.
Ah, por cierto, leyendo la Teoría general de la relatividad de Einstein me percaté de que, ya en la primera página, había dos de sus «acrópifos»; ¿sería tan amable de calcularme una de sus extrapolaciones tan fantásticas para saber cuántas firmas puso el Eusebio cuando escribía, para engaño de la Física, el tal tratado?
Porque claro, como este señor los escribía a ritmo matemático, pues es tan fácil de saber cuantas firmas puso… en fin.
Gracias.
pero esto no es como lo de el metodo ese que se aplicaba a la Biblia y salian profecias? Por cierto, profecias a posteriori, de las que no sirven de nada, jejejeje.
Tambien sobre eso hay muuuuuuucha documentacion.
Otro rollo, vamos
Usted ni se percata,
mas pone la respuesta ya en su carta.
Me dice «ni lo intente,
no hay sitio a la razón en esta mente.»
Así que yo diré: «Perfectamente.»
La hipótesis de O’Callaghan la han criticado muchos (católicos inclusive)pero siempre en base a que los Evangelios se escribieron mucho tiempo después, tras la caída de Jerusalén en el año 70. No obstante nadie ha podido dar una explicación convincente sobre que este papiro pertenezca a Marcos. Además hay otros fragmento de cartas de Pablo y Pedro, luego no se trata de una casualidad. Pero dejemos a O’Callaghan de lado, todavía nos quedaría el papiro de Manchester, del año 125 (no creo que Eusebio de Cesarea existiera todavía, lo que le digo, un superhombre). Y no le hablo ya del papiro Magdalen. Simplemente una pregunta si me permite: ¿considera usted ue existió Jesús de Nazaret como realidad histórica?
Un saludo
Noelofis, todos esos papiros están datados por paleografía, similitu de letras, de caligrafía. ¿Puede alguien del año 325 imitar la letra de un escrito de 200 años antes? ¿Hay sospechas o indicios razonables de que tal vez una falsificación gigante sobre textos cristianos pudo ser realidad? ¿Los pasajes de Flavio Josefo, Tácito, Suetonio y Pliio el Joven contienen también firmas de Simón encadenadas como en todo el NT? ¿Podemos seguir confiando en la paleografía como base para esas dataciones de los papiros del Magdalen y compañía? Si las referencias paganas contiene las firmas delatoras, la referencias de casa datadas por similitud de caligrafía le merecen un crédito absoluto? Lo acepto, pero a mí, no. No hay pruebas de la historicidad del Maestro bueno, diría yo. Lo siento. Dos personas opinando distinto no tienen por qué discutir. Así da gusto. Un cordial saludo.
Si Jesús no existió ¿por qué el Talmud judío (siglo II) dice que Jesús era un falso profeta bastardo que engañó al pueblo? Si lo que querían era demostrar que Jesús no era el Mesías ¿Cómo no se les ocurrió un argumento tan fácil como que Jesús no existió?
¿Qué pasa con las citas de Tácito, Suetonio, Josefo, Orígenes y Tertuliano? ¿Qué pasa con el Papiro Manchester (125 d.C)? ¿Cómo podía Eusebio de Cesarea conocer una «piscina de cinco pórticos para los tullidos» de Jerusalén (Evangelio de San Juan o quien sea quien lo escribió) que fue destruida en el año 70?
Si está atestiguado y más que atestiguado que el cristianismo existe desde el siglo I, es razonable pensar que tuvo un fundador, si no se llamaba Jesús, ¿cómo se llamaba?
Un saludo.
Querido amigo, el que calla otorga y no es eso.
Talmud: Analice lo que yo ofrezco en el libro de Simón, no me pida que investigue además fuera de nuestro tiesto. Las noticias de un Jesús ben Pantera en el Talmud son borrosas 100%.
Tácito, Suetonio y Josefo. Leer el libro. Están allí las firmas de Simón en todos estos pasajes … Son la mejor prueba de la manipulación de textos. Eran de otros …
Orígenes y Tertuliano: Y San Juan Crisostomo, y San Agustín y San Juan Nacianceno y San Juan Neponuceno (éste, broma).
Los cinco pórticos: De viaje de estudios fueron a ver Aelia Capitolina y el «profesor» les explicó a Eusebio y sus compañeros los insensato de los judíos cuando se rebelaron contra Roma. Cesárea estaba a pocas horas de camino de Aelia (Jerusalem).
Sugerencia: Si quiere saber, lea, Noelofis. Dicho con el corazón.
Saludos.
Pues mire usted, al final voy a entrar en el juego que usted me propone sobre los códigos cifrados y le voy a demostrar que en el siglo I ya había cristianos. Podría parecer que es imposible retroceder en el tiempo hasta el siglo I, pero, como usted sabrá, hay una ciudad que se ha mantenido tal cual desde el siglo I, en concreto desde agosto del año 79. Efectivamente, hablo de Pompeya, ciudad que está libre de toda sospecha, pues ha permanecido enterrada e intacta desde entonces. Pues bien, en los años veinte del pasado siglo se halló allí una curiosa inscripción que decía SATOR AREPO TENET OPERA ROTAS, que se lee igual del derecho que del revés (igual que lo de Dábale arroz a la zorra el abad). Sobre esta inscripción había un triángulo (¿acaso el símbolo de la Santísima Trinidad?). Tras años de investigación los expertos llegaron a una conclusión asombrosa: ¡Era un mensaje cristiano en clave! Pues con esas letras se podía formar dos veces la frase PATERNOSTER, en forma de cruz y con centro en la N. Las letras sobrantes son dos A y dos O, con las que también se podría formar un triángulo («Yo soy la Alfa y la Omega»). ¿Una simple casualidad? Evidentemente, no. Y quizá esto esté más claro que lo de la firma codificada de Simón, creo yo.
Queda demostrado, pues, que ya había cristianos en Italia en el siglo I, a no ser que Eusebio de Cesarea se fuese a Pompeya, excavase, pusiese la frase y después la sepultara otra vez, lo cual parece poco probable.
En cuanto a la referencia a Jesús ben Panthera en el Talmud, si lo hicieron los rabinos del siglo II, no pudo ser Eusebio de Cesarea quien lo inventara. Además, lo que indica ese pasaje es que algunos creían en el siglo II que el Mesías ya había venido y se llamaba Jesús el Nazareno.
Reciba un muy cordial saludo, y ya veré si puedo echar una ojeada a su libro, ya que no lo he podido ver todavía en ningún establecimiento.
Fe de erratas: con las dos A y las dos O lo que se forma es una cruz, no un tiángulo.
Sr. Noelofis, hace lo que muchos de los detractores de las firmas, que se van por otros cerros y eluden cuidadosamente las firmas halladas. Mire, en este blog http://simonoperamagna.blogs.com se dice la manera de conseguir un libro yendo a su banco con 16 euros y se ofrecen al visitante 16 capítulos, a 4 por Evangelista, con las dos cadenas de firmas íntegras. Además, la Carta de Santiago diseccionada por etapas. Ahora hemos empezado la 1 Juan. Esas firmas seguidas ¿son puestas por el autor o son fruto del azar? Si las puso el autor, hay un solo autor de los 4 Evangelios, de la Carta de Santiago y de la de Juan, de momento. En el blog calculo la probabilidad de que sean fruto del azar: Es la misma que tirar una moneda al aire 1.370 veces y que salgan 1.370 caras. Mucho azar parece eso … Cuando alguien descubre algo se discute si su aportación es o no correcta, si tiene o no razón, no se le sacan a relucir pasatiempos o jeroglíficos antiguos, me parece, vamos.
Tiene Vd. mi bendición para entrar en el blog y seguir allá la cosa, este Foro me viene un poco de trasmano, aunque también puede ser aquí, si bien más lento. Un cordial saludo. F.Conde.
Vale, sí, tiene usted razón. Usted tiene tantos motivos para pensar que los Evangelios fueron escritos en el siglo IV por Eusebio de Cesarea como yo los tengo para pensar que en el siglo I ya había cristianos en Pompeya o que existió un personaje llamado Jesús en base a los comentarios talmúdicos del siglo II.
Yo le digo mi opinión. Me cuesta creer que una sola persona lograse manipular todos los escritos de los cuatro siglos anteriores a él y que nadie se diera cuenta. Es lo mismo que dicen otros acerca de que la Iglesia cambió los Evangelios en el Concilio de Nicea así como la verdadera historia de Jesús. Y yo me pregunto: ¿no dijeron nada los cristianos? Además, la «Reforma» alcanzaría a los cristianos del Imperio, pero… ¿y los que vivían fuera de las fronteras del Imperio?
En fin, no me queda más que decir que ha sido un placer «discutir» con usted sobre este asunto. Le deseo lo mejor en lo personal y lo literario. Por desgracia he de dejar este asunto porque ya llega época de exámenes.
Un saludo y lo dicho, un placer y hasta pronto.
Seré cortito, Sr. Noelofis. Estoy de acuerdo, una discusión tiene su tiempo, eterna, no. Sólo respondo a una de sus preguntas: No había cristianos. Los primeros bautizos fueron los de quienes se pasaron a la religión del Emperador. Los que le acompañaron a Constantinopla se bautizaron todos, no tenía sentido acompañarle y no «cristianarse». En el resto del Imperio se convirtieron poco apoco, era la religión del Emperador y eso empuja. Los antiguosos cristianos no podían protestar por la manipulación de textos, porque no los había, cristianos. Nadie podía protestar. Estamos objetando con nuestra mentalidad manipulada.
Fin del debate,amigos. Ha sido suficiente. Saludos, Noelofis.
hola sabia por que el 25 de diciembre se selebra la gra fiesta
por que en el tiempo antigo a doraban al sol el 25 de diciembre y fue un papa que puso ese dia
Para Fernando Conde.
Primeramente un cordial saludo, es muy interesante lo que nos comenta, pero me han surgido unas pequeñas dudas.
¿Entonces no existen evangelios escritos por los apostoles?
¿los que estan en el museo de losndres son los falsificados?
¿y no se supone que en los rollos del mar muerto hay escritos de algunos apostoles y profetas?
Bueno, eso es todo, de antemano gracias.
Estimado Cryc,
respondiendo a sus dudas:
1. No hubo Evangelios escritos por los Apóstoles, porque no hubo Apóstoles para escribirlos. Los personajes que aparecen en el Nuevo Testamento, salvo Pilatos, Augusto, Tiberio o Herodes y sus hijos, son todos de ficción, como D. Quijote, Supermán, Indiana Jones o Sky Walker. Lo siento.
2. Todos los documentos datados por «similitud de escritura» («ciencia» llamada paleografía) anteriores a Nicea son falsificaciones de los mismos escritores que inventaron el Nuevo Testamento. Datar por «similitud de escritura» es dar por buenas todas las falsificaciones hechas con el tipo de letra de la «edad» que se deseó dar a la falsificación.
3. Ya está demostrado desde el año 95 que las eventuales identificaciones realizadas por el padre O´Callaghan de fragmentos de la cueva 7 son del libro de Henoch, todos salvo el 7Q5. Todos los demás fragmentos están ya identificados, el 7Q5 no. De profetas judíos, desde luego son los documentos de Qumrán; de apóstoles, no.
Tiene abundantísimo material en el apartado Tesis de este blog
http://simonoperamagna.blogs.com
donde describo con detalle dos métodos que muestran que en la redacción del NT ocurre algo extraño. Ese apartado se inició en Marzo y vamos por el artículo 62 y el método tercero, el más reciente. Agradecido por su interés, Cryc.
Entonces, si el evangelio es falso ¿dios es falso?
Si el Cristianismo se inventó en el siglo IV ¿Qué me dice del palíndromo de Pompeya?
Hola, Crycs. ¿Que si Dios es falso? ¡¡No, por Dios!!
Lo que es falsa es la posición de quien diga: «Oídme todos, yo sé lo que Dios quiere, Dios quiere esto, y esto, y esto otro. Y que me escuchéis sólo a mí.» Máxime si acapara poder.
Mucho más creíble es la postura de quien pueda decir, «me he encontrado con la Plenitud que procede de Dios y os puedo decir el camino para que vosotros también lo logréis.» Máxime si lo hace desinteresadamente de veras, como Sócrates.
Son falsos gran parte de nuestros dogmas cristianos y es falsa esa imagen de un Dios personal, juez, que desea ser amado, que premia y castiga aquí y allá, etc. Es falso todo lo que implique que Dios castiga.
Esto, más desarrolado, lo tienes en la web que soporta el blog.
Un abrazo.
FCT
Ave, Flavio.
Bueno, el palímdrono de Pompeya no tiene nada que ver con el cristianismo, entre otros argumentos porque antes de que el Vesubio eruptara, y de haber habido cristianismo en el siglo I, el «pater noster» no estaba desarrollado para esa época. He leído en un Foro argumentos muy contundentes sobre esa falta de conexión, pero no puedo dar el enlace concreto, no lo recuerdo. La ligazón del SATOR AREPO con el cristinaismo es una hipótesis solamente para algunas personas. Pienso que la historicidad de Cristo y de sus apóstoles debe basarse en documentos más sólidos que en una conjetura como la del cuadrado mágico de Pompeya.
Lo del saludo era por tu nick, en buen plan.
Un abrazo. FCT
A pesar de toda la documentación y estudios que se puedan haber realizado, tenemos que tener en cuenta que han pasado cerca de 2000 años desde el comienzo del cristianismo y si en la actualidad, a pesar de tanta tecnología punta y sistemas de espionaje, no podemos saber toda la verdad de lo que ocurre en nuestros días, dificilmente podremos descubrir que paso hace dos milenios a ciencia cierta. Simplemente hay que partir de la base de que todo documento escrito es susceptible de ser falsificado. Todo lo demás son conjeturas.
paso a dejar una felicitacion al sr onory que es el unico coherente y consistente. nadie se da cuenta que onory se refiere a inconsistencias en el metodo de la investigacion y no acerca de creencias?
onory: ojala tengamos suerte y no salga otra basura al mercado
Estimado Dr.
Despues de haber leido la mayoria de las disertaciones acerca de su libro, lejos de sentir que es un libro que no ofrece una vision real y documentada del cristianismo, siento que es un libro que debe ser leido, sobre todo porque la mayoria de las argumentaciones tienen una logica aplastante, la investigacion de años, el momento que estamos viviendo, en el que los cuestionamientos a los paradigmas y dogmas ya no le resuelven la vida a una sociedad cada vez mas informada, nos permiten volver la vista a todas las posibilidades de que por siglos lo que ha sostenido el poder en todas sus manifestaciones, ha sido inventado para tales fines. Me llama la atencion la defensa que hace de su fe en la existencia de Dios, pero de un Dios que no se hace presente de la manera que siempre nos han inculcado, lo interesante seria conocer su concepcion de Dios,y lo que significa para usted. Ademas existe una reflexion que dice «no le quites su Dios al pueblo, si no le ofreces algo mejor» y esto dicho porque los seres humanos a lo largo de su evolucion, siempre ha manifestado una tendencia natural a creer en algo mas alla de su percepcion inmediata, algo que decide el rumbo
de de los acontecimientos, y por ello ha creado sus propios dioses, los ha adorado, los ha personificado, ha creado ritos que nos muestran como aceptan la superioridad de esos dioses ante la humanidad misma. Estaremos entrando a una etapa en la evolucion de la sociedad, en la que los seres humanos conozcan su Dios interior y reconozcan a la humanidad como dueña y señora de su destino? que pasara si llega el dia en que las religiones del mundo, ya no puedan responderle al mundo de la autodestruccion de la especie y del planeta mismo? que Dios podra resolver las situaciones de injusticia extrema que vivimos y que muchas de ellas se escudan en las mismas religiones? lo cierto es que este libro nos muestra la parte oscura de una doctrina ,que por el numero de adeptos ha sido lo que podriamos considerar la mas autentica.
Las consecuencias de enfrentarnos a posibles hechos de manera tan contundente, nos lleva tambien a una orfandad espiritual que nos obliga a reconstruir nuestra fe y rescatar lo que si es autentico, la existencia de Dios, porque eso es innegable.
Me encantaria conocer su concepcion de Dios, y tambien su opinion sobre lo que este libro trae como consecuencia en la estrucutura de las iglesias cristianas.
Saludos fraternales
Estimada Lorena, siento la demora en responderle, no entro en «medievalum» a diario. La Divinidad es la que es, sin inventos, sin creencias, lo que vivo no es «fe en la existencia de Dios», del mismo modo que no tengo fe en que mi coche exista, no necesito la fe, lo veo, lo empleo, hace mi vida más fácil. Igual, pero a su nivel.
Dice «Dios que no se hace presente de la manera que siempre nos han inculcado», en efecto, así es. No todo el personal puede acceder a ese tipo de contacto, porque tampoco todo el personal quiere y pone los medios. Para resumir mucho, la Divinidad es más un Estado de Plenitud que anhela y espera nuestra subida Allá en esta vida, que un Dios personal, como nos cuentan los que nunca lo han experimentado. La Divinidad no organiza el mundo actual, ése es consecuencia de nuestra ignorancia.
Lo que hay que hacer para conversar con Ella y subir a su regazo está puesto en la web
http://www.sofiaoriginals.com
Básicamente hay que pulirse uno mismo. Y conforme nos pulimos, subimos con más facilidad. Si eso no le echa para atrás, está invitada. Le adelanto que hay mucho que hacer, pero merece la pena. Aunque eso ha de experimentarlo Vd. misma. De nada vale que nadie se lo diga si no lo experimenta.
Mi mejor saludo. F. Conde
Juas juas juas… he encontrado la pagina por ‘casualidad’, y tras leer esto, me parece que el tal autor del libro se deja influenciar mucho por las ultimas tendencias danbrownescas, ahora vemos lo que queremos ver… jajaja, patético!
¿Por qué no hay ni una descripción física de alguien tan conocido como Jesucristo?
Tras leer a Earl Doherty, Fernando Conde y, en particular, Luca Cascioli (además de otros historiadores más clásicos: Asimov, M. Harris, y varios autores -Acharya S, y no recuerdo qué par de libros de otros autores, uno Crossman o algo así, que postula un Jesús real y revolucionario a lo Galileo; y otro francés que lo retrata históricamente con unas pocas «ultrademostraciones» -quiero decir que algunas veces elucubra en demasía, aunque no las más de ellas), me permito confesar mis conclusiones:
– La creencia o no en Dios es un tema personal y marginal, que no tiene por qué estar conectada con la creencia en el mito del hijo de Dios o niño-Dios, elemento existente en casi todas las religiones de Occidente, Egipto incluido, desde el año 3000 antes de nuestra Era. Yo particularmente, no soy creyente en Dios alguno, aunque me apasiona la historia y en particular disfruto en estos debates (siempre en plan muy respetuoso).
– Admiro a FCT, al que llevo leyendo desde hace más de 1 año. Creo que es: honesto, valiente, entregado, indagador infatigable y un buen maestro de Felicidad. También es creyente, aunque esto no le quita punto alguno, ya que no estropea su labor indagadora. Lo de las firmas llevo tratándolo de seguir… pero no sé si es una pista cabalística (como algunos denuncian y yo tiendo a creer) o si es una autoconfesión de Eusebio (como sostiene Fernando). El caso es si existen demostrablemente (fueron puestas ahí y las puede ver cualquiera siquiendo un método claro y exigente) o son vistas por quien quiera verlas siguiendo técnicas cabalísticas. Martin Gardner y Asimov han ridiculizado este sistema, y se han molestado en ir endosando, por ejemplo el nº de la bestia (666) a cuantas personas han ido queriendo: basta con variar la regla matemática a aplicar.
– ¿Qué decir de Jesús?
1) Creo que Jesús el evangélico es un mito. La fecha de su nacimiento, la anunciación, la adoración de pastores y ángeles, la matanza de inocentes, el niño perdido, etc son adaptaciones tardías de religiones preexistentes.
2) Los milagros y una buena parte de sus predicaciones forman parte de tradiciones igualmente preexistentes y readaptadas. Casi toda la ética cristiana no es genuina. Existía un cuerpo alejandrino, en buena medida elaborado por estoicos y retomado por neoplatónicos y autores grecolatinos.
3) Debió existir una construcción ideal de un hijo de Dios, en dos versiones: una como intercesor bueno, preexistente en el tiempo; otra como alguien que había de venir. También estaba, calro está el mesianismo judío de´corte clásco el líder descendiente de David que debía expulsar al Imperio de turno y establecerse en el trono para restaurar el Imperio Judío. Las profecías casi aciertan un par de veces que Tito y Adriano se encargaron de estropear (las dos guerras judías).
4) La totalidad de las referencias a un Jesús histórico previas al año 137 son falsas. En ningún documento anterior a esa fecha (salvo los evangelios que, como sabemos, fueron harto retocados hasta el siglo IV) hay referencia a u hombre que vivió con Poncio Pilatos, entró en Jerusalén, tuvo hermanos, fue crucificado, etc.
5) Sin embargo, Pablo, Simón (Pedro), Lucas y Santiago debieron existir… Cascioli considera que su debate es real, aunque no se refiere a nadie histórico y coetáneo, sino a un Mesías que ha de venir (y aún no ha llegado), a un Christos (en griego) o un Salvador (Jesús es la traducción de esa palabra, que pronto la toman en Alejandría -tierra en que Hillel une mitologías y tradiciones éticas clásica y judía). Pablo «ve» un Jesús algo diferente del que «ve» Pedro y el ultraortodoxo judío Santiago. Ahora bien, Santiago es citado como «el hermano del Señor».
6) Cascioli considera que Jesús es el nombre tardíamente conferido a un personaje real que nada tiene que ver con el mítico. Juan el Nazareo, hijo de Judas el Galileo, muerto realmente en la cruz tras un juicio romano. Un apr de autores (Cascioli mismo) aportan pruebas de descripciones evangélicas de lugares reales que nada tienen que ver con Belén ni Nazaré, sino con una tercera ciudad, precisamente la cuna de las dois rebeliones y último baluarte (en su fortaleza, la de Massada). Después de todo, Pilatos se limitó a cumplir la ley. Juan el Galileo era un rebelde armado con un grupo de seguidores zelotes y al menos un sicario que se levantó para erigirse en rey de un Reino independiente…
7) Posteriormente, el grupo de cristianos, en el sentido no de creyentes en Juan el Galileo, sino creyentes en Cristo, en un Cristo espiritual en varias modalidades que en algunos lugares se difunde como Verbo que se hace carne (evangelio de Juan, de comienzos del siglo II) va incorporando un cuerpo doctrinal que incluye diversas metáforas morales y éticas, en buena medida estoicas, la mayoría de un origen muy anterior a la época en varios siglos (una de estas frases tiene un autor que hoy sigue siendo célebre: ¡Esopo!). Mientras el pueblo precisa sus ritos y cultos más o menos mistéricos y liberadores, los filósofos «cristianos» se enzarzan en discusiones triviales pero muy agresivas (fatales para la vida de unos pocos de ellos) sobre las respectivas naturalezas, consustancialidades, orígenes (divinos y míticos, desde el principio de los tiempos o desde la transformación liberadora transcendental que tiene lugar en el presente en el reino de los cielos), etc, del verbo. Roma interviene para apaciguar. Celso y otros censuran y algunos filósofos se defienden de tener un culto que adore a un criminal. Pero la fusión ha comenzado (léase a Doherty en este punto: la pistola humeante de entre los patristas: Justino). De toda la literatura anticristiana no queda nada: todo fue tan censurado como los evangelios gnósticos y demás tradiciones perdedoras. El único Cristo era espiritual hasta que alguien modifica a Juan el Galileo y lo introduce como autor de frases y hechos milagrosos (en buena medida los milagros de Esculapio, entre otros), pero al incluir a un personaje real, aparecen hechos reales: primeras predicaciones, enfrentamiento con madre y hermanos, entrada triunfal, luchas en el templo, frases contra algunos fariseos y una serie de parábolas que carecen de cualquier sentido moral y Crossman, entre otros, considera fidedignas… Por entonces, el único cristianismo que incluye a un hombre real que estuvo en la Tierra y vivió como tal hasta ser curcificado es el arriano. Pero en Egipto se postula en cristo espiritual (monofisismo, se nos dice, como si fuera una aberración que se fija en el jesús de Nazaré, en lugar de en el celestial)… La síntesis es operada en el siglo IV, por Constantino y demás (Eusebio, etc).
Pero es una síntesis que no puede competir libremente y la unidad requiere represión.
8) Hay persecuciones de cristianos masivas bien documentadas en el siglo III, las enumeradas por la historia eclesiástica conmo 7ª a 10ª. Por entonces la Iglesia era un Estado dentro del Estado que servía de germen revolucionario (quien lo diría!), seguro social, asistencia mutua y factor de deserciones y culto antiimperial… Desde Cosntantino, todo lo contrario: la cruz en la empuñadura de las espadas, con este signo vencerás. Y desde Teodosio comienza la verdadera persecución. Cascioli niega persecución alguna en tiempos de Nerón y cualquier historiador serio incluye referencias a largos intervalos de tolerancia y mínimos de represíón, en tiempos del Imperio Romano, siendo la represión más judicial que militar. Por ejemplo, en el norte de África era habitual -desde mediados del siglo III hasta bien entrado el IV- que los cristianos fueran esos fanáticos denunciados por Celso que, además de luchar entre ellos, irrumpían a gritos en los oficios religiosos paganos y escupían y torturaban hasta matar a algún «enemigo doctrinal». Algunos incluso soñaban (léase a alguien tan serio como De la Croix) con ser arrestados y castigados (la salvación por el martirio buscado!).
Lamento hablar en buena medida sin buscar cada autor o fuente de datos… Pero si a alguien le interesa, que me lo haga saber.
Un abrazo y mis respetuosos saludos a todos.
Manue
Bendiciones y paz en el Señor Jesus, encontre este blog de casualidad buscando informacion sobre los evangélios y ví con desagrado que muchos de los en Cristo dudan y caen dentro de esa duda que hace tambalear sus creencias y obviamente los no creyentes.
Debo aclarar que no lei el libro porque realmente me parece que carece de HISTORICIDAD. Este libro dice que los evangelios los escribio Un hombre llamado Simón en el siglo IV por orden de Constantino… bueno vayamos a los hechos históricos:
Las diferencias en naturaleza entre los cuatro evangelios, contenido y en los hechos que incluyen o excluyen. La razón de las variaciones es que cada autor escribió para un público diferente y desde su propia perspectiva única.
Mateo escribió para un público judío para demostrarle que Jesús es realmente su Mesías. Por eso Mateo incluye muchas de las enseñanzas de Cristo y hace numerosas referencias a las profecías del Antiguo Testamento.
Marcos escribió para un público griego o gentil, para demostrar que Jesús es el Hijo de Dios. Por lo tanto, fundamenta su caso centrándose en los sucesos de la vida de Cristo. Su Evangelio va rápidamente de un suceso a otro, demostrando el señorío de Cristo sobre toda la creación.
Lucas escribió para dar un relato histórico preciso de la vida de Jesús. Juan escribió luego de reflexionar durante muchos años sobre su encuentro con Cristo. Con esta perspectiva, cerca del final de su vida.
Juan se sentó y escribió el más teológico de todos los Evangelios.
Deberíamos esperar algunas diferencias entre los cuatro relatos independientes. Si fueran idénticos, sospecharíamos que los escritores colaboraron entre sí. Gracias a sus diferencias, los cuatro Evangelios en realidad nos dan un cuadro más completo y rico de Jesús.
Así que reconocemos que las diferencias no significan necesariamente errores. Durante siglos, los escépticos han alegado que hay errores; sin embargo, la mayoría de las acusaciones han sido contestadas.
Otro erudito, Murray Harris, enfatiza: «Aun la presencia de discrepancias en detalles circunstanciales no es evidencia de que el hecho central no sea histórico». Los cuatro Evangelios nos dan un relato complementario y no contradictorio.
El ministerio de Jesús fue entre los años 27 y 30 d.C. La mayoría de los escritos del Nuevo Testamento se habían completado entre veinte y cuarenta años antes de esta fecha. Las fechas tradicionales de los Evangelios son las siguientes. Se cree que Marcos fue el primer Evangelio, y fue escrito alrededor de 60 d.C. Mateo y Lucas vinieron después, y fueron escritos entre 60 y 70 d.C. Juan, el último Evangelio, fue escrito entre 90 y 100 d.C.
La evidencia interna apoya estas fechas tempranas por varias razones. Los primeros tres Evangelios profetizaron la caída del templo de Jerusalén, que ocurrió en 70 d.C. Sin embargo, no se menciona su cumplimiento. Es extraño que estos tres Evangelios predigan este importante suceso pero no registren que haya ocurrido. ¿Por qué no mencionan un hito profético tan importante? La explicación más plausible es que aún no había ocurrido cuando fueron escritos Mateo, Marcos y Lucas.
Bien espero no aburrirlos pero «… conoceran la verdad, y la verdad os hara libres» JUAN 8:32
Sigamos con la evidencia externa
He aquí algunos documentos clave. Un manuscrito importante es el Papiro Chester Beatty. Contiene la mayoría de los escritos del N. T., y está fechado alrededor de 250 d.C. (o sea que SIMON NO HABIA «ESCRITO» TODAVIA EL NUEVO TESTAMENTO, ¡¡¡¡¡¡¡ni siquiera habia nacido!!!!!!!!!)
El Papiro Bodmer contiene la mayor parte de Juan, y está fechado alrededor de 200 d.C. Otro es el Papiro Rylands, que se encontró en Egipto y que contiene un fragmento de Juan, con fecha 130 d.C.
Una pieza de evidencia final proviene de los Rollos del Mar Muerto, Cueva 7. Jose Callahan descubrió un fragmento del Evangelio de Marcos y fechó su escritura en 50 d.C. También descubrió fragmentos de Hechos y otras epístolas, que fechó como escritas apenas después de 50 d.C.
El fechado temprano es importante por dos razones. Cuanto más cerca se encuentra un registro histórico de la fecha del suceso, es más probable que sea preciso el registro. El fechado temprano permite que los testigos oculares estuvieran todavía vivos cuando circulaban los Evangelios para dar fe de su precisión. Los apóstoles suelen apelar al testimonio de la multitud hostil, invocando su conocimiento de los hechos también (Hechos 2:22, 26:26). Además, el tiempo es demasiado breve para que se desarrollen las leyendas. Los historiadores concuerdan en que lleva alrededor de dos generaciones -ochenta años- para que los relatos legendarios se establezcan.
A partir de la evidencia, podemos concluir que los Evangelios realmente fueron escritos por los autores a los que se los atribuye.
Bueno y hay mas para decir que los evangélios fueron escritos por «testigos oculares».
Les dejo mis bendiciones y ANTE LA DUDA BUSQUEN INFORMACION CONFIABLE CON BASES FUERTES!!!!!!!!!!!
Textos extraidos de Pat Zukeran «Los Evagelios: ¿historia o mitologia?
quiero que me den cuantos capitulos tiene mateo,marcos,juan y lucas
¿Porque no agarras la Biblia y te fijas?
Comprendo que Vd. tiene su fe y la considere fundada en bases sólidas. También que pueda parecerle que quienes no la profesemos podamos sustentar nuestros puntos de vista en material poco serio que habríamos de buscar marginalmente, desconsiderando todas las fuentes centrales (serias, abundantes, fundadas, verdaderas). Desde su punto de vista, hay bases sólidas y otras que no lo son. Las sólidas apoyan sus puntos de vista; a las otras, no merece la pena asomarse porque ya sabemos que no son serias y no nos van a aportar nada, salvo confusión.
Pues bien, podría Vd. estarse perdiendo algo importante, incluso “todo” lo realmente importante… si su afán no es otro que el de realizar una búsqueda sincera, seria, etc., que le lleve a descubrimientos no sesgados, debería leer incluso a algún investigador –de los que saben e investigan de primera mano y en lengua original; de los historiadores y divulgadores serios- aunque lleguen a conclusiones diferentes.
Incidentalmente, no sé qué le hace creer que (quienes no sustentamos su punto de vista) carecemos de cultura católica… ¿Dónde cree que nos hemos educado? ¿Por parte de quien? Podría decir que nuestros fundamentos islámicos o budistas tal vez en algún caso puedan ser débiles, ¿pero por qué, precisamente, los evangélicos? Como ve, le respondo respetuosamente pero, a partir de este momento no caeré en la trampa de responderle en plural: sólo puedo hablar en mi nombre, pues cada uno de los que divergimos de su punto de vista confesional tiene unos conocimientos y unas convicciones necesariamente diversos y personales. Vd. nos mete en el mismo saco tal vez con intención de hacernos aparecer como sectarios o desviados, tal vez porque se siente parte de un enfoque central e inamovible, ambos supuestos me parecen falsos: 1) lo único que compartiríamos es sustentar otras convicciones o albergar dudas acerca de cierta versión oficial; 2) el enfoque cristiano no ha podido sino ir variando, y lo ha hecho en el sentido de ir acumulando las evidencias crecientemente descubiertas por los estudiosos, confesionales y no confesionales (puede entender cristianos y no cristianos, judíos y agnósticos). Volveré a esto pero quiero hacerle una pregunta para que la (me/se) responda con sinceridad: ¿Nuestras creencias deberían coincidir con algo más sólido y demostrable? Vd. supone que sus fuentes son ciertas e inamovibles; que no han sido “trucadas” (interpoladas), que cada evangelio tiene un autor único que fue testigo directo de Cristo. Puede que ello incluso lo haga extensivo al antiguo testamento, que serían obra divina, ya inspirada a profetas, ya dictada directamente a Moisés (el Pentateuco)… Todo esto se ha demostrado falso. Fue un dogma, pero puede Vd. coger cualquier biblia cristiana (valen las ediciones paulinas escolares, de bajo coste) y verá que el Pentateuco tiene entre 4 y 5 fuentes –o autores- diferentes, llamadas J, E, J-E (1ª compilación), J-E + S y J-E + S + D (compilación escrita tardía). Esta evidencia fue demostrada por gente seria, ¿no lo cree Vd.? Cuando leo a Flescher, Shonfield, etc., incluidos divulgadores como Marvin Harris, Isaac Asimov (serie Historia y Guía de la Biblia) y a cristianos como Crossman, y a diversos autores científicos e historiadores, sigue Vd. pensando que me desvío de las fuentes serias. Cierto que no he dejado de leer a sus autores confesionales: existen portales interesantes en universidades como la de Salamanca (Pontificia) o Granada… Pero no crea Vd. que no han tenido que incluir lo que aportan los diversos autores serios… Créame que hay decenas. Por cierto, se puede ser creyente y al tiempo un historiador serio: claro que hay ensayistas creyentes que resultan serios, aunque no es tan frecuente como cabría pensar. ¿Por qué? Porque abundan los propagandistas (o especialistas en defender hasta el último momento y último reducto, lo indefendible) que hacen de abogados exclusivamente defensores de su fe y fiscales de cuanto pudiera oponerse a la misma. Ser un investigador, historiador o ensayista no confesional sólo lleva a tener cuidado de pecar de crédulo a desconfiar de lo que muy difícilmente puede haber dicho una persona en su medio y contexto sociocultural e histórico.
Vd. podría creer que es igualmente grave pecar de incrédulo, pero en ciencia no es así: es mejor no casarse de entrada de entrada con convicción ni dios alguno. Por ejemplo, la lluvia y las psicosis epilépticas tal vez tengan a alguna deidad tras de sí, pero es mejor tratar de explicarlas “como si fueran” naturales, por lo demás, cuando existen tradiciones en pugna (dioses y vírgenes que tienen hijos un 25 de diciembre, al que adoran pastores y señalan los astros; diluvios universales del que se salva una única familia, etc., un etcétera largísimo que incluye títulos, mensajes morales, entradas triunfales, lugares geográficos, situaciones biográficas…) no haría Vd. bien en creer a pies juntillas una de las versiones contendientes, máxime si ésta es una de las últimas y la desarrolla un grupo minoritario No es científico partir de prejuicios o iniciar una indagación unilateralmente, desconsiderando fuentes según sus conclusiones por eso de partir de prejuicios (un científico deja de serlo cuando parte de sus conclusiones, cuando sabe lo que quiere obtener y pretende llegar a ello, desconsiderando los contras). Tal vez no Vd., pero algunos de los demás nos consideramos en un proceso de búsqueda. Por mi parte, creo hacerlo seriamente. Me digan lo que me digan, no me lo creo con facilidad. No me da miedo no creer en Dios. No me siento más listo por creerme lo que me diga alguien. No me importa lo que crea ese alguien: debo hallar qué me parece a mí más creíble. Y eso, hablando sólo de la fe. Para Vd. puede ser indiferente que se ha demostrado que ninguno de los cuatro evangelistas conocieron directamente a Jesús, que sólo se dispone de versiones griegas de lo que escribieron y que, al menos tres de ellos, parecen haberlo hecho originalmente en griego; que lo que Vd señala son profecías dichas por Jesús (sobre la destrucción de Jerusalén) son unánimemente descritas por los historiadores como un archiconocido recurso (vaticina ex eventu) que en modo alguno era nuevo y que le era atribuido a diversos profetas y predicadores (en libros escritos siempre después de lo sucedido). Nótese que las profecías no acaecidas (segunda venida, fin del mundo, nuevo reino, etc) no se cumplieron jamás. Y esa era la ideología de Pablo (para ser más exactos, Pablo hablaba de Venida. Era testigo del fin de los tiempos, del advenimiento de un nuevo reino dirigido por Christos, un hijo de Dios que tal vez naciera en un ambiente celestial y mítico, a modo de segundo Adán, y fue crucificado, etc., e instauraría su Reino. Pero se equivocó). Los apóstoles no vivían en un ambiente tan idílico: eran zelotes y sicarios. Esto es, nacionalistas radicales e incluso terroristas. Otra cosa es lo que, en sus versiones posteriores a la caída de Jerusalén y al triunfo de Roma, prefieras creer. Deberías saber que los escritos se retocan numerosas veces, que en el siglo IV –y en algún caso en el VI- aparecen las versiones últimas de lo que tomas por evangelios del siglo I. Antes del año 70,
Hay relatos de cada movimiento judaico, de modo que puedes leer a autores “imparciales” (pocos de ellos confesionales) y parciales (muchos de ellos confesionales) acerca de Teudas, Judas de Galilea, Ezequías, Juan el Galileo, etc. Puedes leer sobre los documentos del Mar Muerto y Nag Hammadi, el nuevo evangelio de Tomás, la postulación de una fuente Q…
Las novedades desde que han ido apareciendo (aun en el siglo XX) documentos diversos, que se han sumado a una serie de análisis no confesionales (y muy serios, en especial desde el siglo XVIII) han llevado a sistematizar la denominada “búsqueda de cristo” en tres fases, las dos primeras de ellas esencialmente europeas. El encuentro de los especialistas de la “Tercera búsqueda” en un seminario múltiple, motivó la aparición de obras como la de Earl Doherty (búscalo en la web, donde puedes hallar artículos sobre dichas “búsquedas”), entre otras (Acharyam) y algunos otros autores (Luigi Cascioli da una versión bastante acabada acerca de lo que Fernando Conde Torrens denomina “el grupo de Jerusalén” ). Todos los autores modernos no confesionales y muchos confesionales coinciden en considerar interpolaciones las referencias de Flavio Josefo a Jesús de Nazaré; prácticamente todos coinciden en considerar que la palabra “nazareo” (persona consagrada a Dios según un ritual centrado en vida meditativa, ofrendas, dieta y dejarse crecer el cabello) fue confundida por un Mateo grecoparlante con “oriundo de Nazaré” (varios de los indagadores observan que Nazaré ni siquiera existía por entonces y no lo haría hasta el siglo IV, cuando diversos grupos de peregrinos la buscaban; otros consideran que, ya existiera o no como inidagable minipoblado, Jesús nació –según expresan con claridad los evangelios en diversos lugares- en Gamala (El Golán –cuya fortaleza Massada sería el último foco de resistencia antirromana), una ciudad muy diferente y alejada de Nazaré (Galilea).
Todo esto puede serte indiferente… Mejor no seguir ahondando, ¿no te parece? Las tergiversaciones son santísimas, las incoherencias antihistóricas aún más… Ningún historiador considera seriamente que Jesús pudiera llamarse el Hijo de Dios en el sentido de “soy Dios mismo”. Y, si lo hubiera hecho, lejos e hallar seguidores, habría sido “ajusticiado” en pocas horas, por blasfemo. Pedro no podría haber gritado desde un balcón que ese Jesús a quienes “los judíos” habrían crucificado, otra incongruencia de las gordas (todos ellos eran judíos de religión y galileos de nacimiento, nadie hablaba para “gentiles” en aquél momento; pero además la crucifixión no es un castigo por blasfemia, sino la pena de muerte “romana” reservada a los grandes delitos y en especial el de sedición o rebelión contra Roma), pero el evangelista dice que Pedro (un nacionalista zelote que iba armado con espada y asistía regularmente al Templo) habría dicho que ese Jesús “era Dios”. Y lo habrían dejado en paz y hasta creído… Vale para un paleto del siglo IV, pero no para nadie que sea judío, ni historiador. Más en serio, hay frases hechas cuyo sentido es anterior al magisterio de Jesús: las palabras “mesías”, espíritu santo, Hijos de la Luz, Fin de los Tiempos…, etc., son esenias. Pablo bebió en fuentes esenias (comunidad de Damasco), Juan Bautista tuvo contacto con los esenios. Asimov halla una excepción entre los evangelistas. El Juan (discípulo “amado”) que dicta al que firma como evangelista con tal nombre, escribiendo en griego; es el único que demuestra conocer Jerusalén, ha vivido allí y tiene su plano memorizado en detalle en el momento en que escribe, conoce y refiere otras tradiciones: un sacerdote no puede entrar en un sepulcro, cómo se amortaja por un lado la cabeza y por otro el resto del cuerpo, con varios lienzos, entre otros detalles. Pero el que escribe es de tradición griega (además de cristiana). Se sabe incluso quienes fueron los principales tergiversadores –cabe decir “constructores”, dado el volumen de lo interpolado- de tal historia: Eusebio de Cesárea (“el gran falsificador”), entre otros (Ambrosio de Milán, Ossio, etc.), la mayoría bajo el amparo del emperador Constantino I El Grande. Nuevas tergiversaciones se irían produciendo (junto a la destrucción de documentos rivales, incluidos los correspondientes a las tradiciones cristiano-gnósticas y otros cultos histéricos y, en particular, el de Mitra. El cáliz, los pastores, la cueva, la estrella, la virgen, los ángeles…
En fin, ¿en qué se queda su seriedad? Cierto que, en su segundo libro (ya leí los dos), Conde Torrens, ha podido meter la pata en el sentido de buscar versículos a su antojo y luego letras sueltas que encadena de un modo dudosamente riguroso, pero olvídate de eso y lee el resto. Hay un par de prejuicios menores, uno acerca de que ninguna multitud habría sido tolerada, ni aún la que asistiera a un predicador del desierto; y otro acerca de su visión de lo que ha de ser, necesariamente, un maestro. Una visión que ignora muchos casos mixtos y lo raros que son los casos puros de tal cosa. Por ejemplo, estima que Jesús no debía cometer “fallos”, que un maestro no se engola, nunca es agresivo, no es violento, etc. ¿Pero por qué iba Jesús a ser esencialmente un maestro que entrara en su patrón uniforme y exigente? Nótese que, según varios autores (Cascioli, Doherty, Harris, Acharyam, etc.) no podemos conocer mucho del supuesto personaje histórico “original”, si es que realmente lo hubo (de ahí lo matizado y crítico que contiene mi aceptación de su existencia). En cualquier caso, estamos hablando de un personaje ficticio construido en sustitución de otro cuya historicidad resultaría tan distinta que podríamos hablar de la inexistencia del primero, cuyo nombre acaso desconozcamos. Según Luigi Cascioli, sería “Juan el Nazareo, o el Galileo”, en tanto todos ellos señalan que Jesús significa “Salvador”, que era un nombre preexistente a su adopción evangélica (tardía, no vayas a creer que es del siglo I: el evangelio de Tomás ya incluye el nombre, pero nada de la biografía –y parece que ha sido poco interpolado –acaso en poco más que añadir el nombre y algunos principios morales. Los milagros –de origen griego, sobre todo esculápico; aunque son comunes a los propuestos para “otros mesías”-aún no se han añadido). En fin, un “Salvador” era la figura celestial propuesta –bajo influencia mixta esenia y gnóstico-mistérica- desde Filón de Alejandría por diversos grupos gnósticos, platónicos y estoicos, más tarde neoplatónicos, que confluían en un mediador crecientemente divinizado -llámese demiurgo, Logos, Verbo, Hijo de Dios, Niño-Dios, Massiah-Christos o Jesús (varios coincidieron en estos nombres, en diversos momentos).
Lamento que veas con desagrado que muchos no seamos creyentes.
Apunta:
Los evangelios fueron escritos mucho después de morir Jesús (si lo hizo bajo Tiberio) y siguieron modificándose y creciendo a base de interpolaciones hasta el siglo IV. Antes de ese momento, Marcos no contenía ni el capítulo de la resurrección. Mateo hace muchas referencias a las profecías del antiguo testamento, pero su manipulación es muy forzada y tienen el efecto de propiciar la risa de todos los entendidos (es Mateo el que lee –en Zacarías- que Jesús habría de cabalgar al mismo tiempo sobre un burro y una burra; es también Mateo quien lee la palabra Joven por Virgen, refiriéndose a un texto no profético del Primer Isaías -siglo VIII antes de Cristo, etc., etc.)
En cualquier caso, existieron varios mesías (7 al menos) antes de Jesús. Y otros tantos después de él: Jesús vivió en pleno período revolucionario y las guerras judías tendrían lugar 40 y más de 80 años tras su muerte.
Los gentiles exigían un relato no mítico. Los críticos de los gnósticos querían que ese salvador tuviera existencia real, histórica y terrenal. De modo que el personaje conceptualizado como mediador, gobernante celestial, hijo de Dios, maestro, etc., fue cobrando realidad “histórica”… Y alguien del siglo III pudo ir hablando de un hijo de María y José, galileo, predicador, crucificado en Jerusalén, etc.
Ya ves que no coincido tanto con Conde Torrens. Pero si lees su primer libro y te saltas los prejuicios, y te saltas del segundo las célebres referencias al seudónimo Simón, realmente Conde es muy valioso. Y sabe distinguir el grano de la paja, además de escribir bastante pasablemente. Y tiene un espíritu científico: ni parte de prejuicios, ni impone acallando críticas o exigiendo sometimiento a su autoridad: es honesto, aunque pueda equivocarse, como todos.
Claro que existían documentos sapienciales (Sophia o Sabiduría era toda una escuela filosófica que bebía de las demás y creaba sus propias obras) anteriores a Constantino, e incluso a Jesús…
Un saludo afectuoso
Manue
por favor, no se insulten, todos buscan al Padre de diferentes maneras, aun los q lo niegan. A pesar de no dudar de la existencia del Hijo del Padre, no veo mal que la ciencia lo ponga a duda. Todo ser irá dando despacio, en etapas. Me imprecionó mucho la cantidad de información expuesta, me hizo dar cuenta de lo limitado de mis conocimientos; es muy probable que ambas partes tengan parte de la verdad, y que halla muchas mas partes por descubrir.
Saludos a todos:
Fernando Conde,en su libro «Simon, opera magna», dice haber encontrado firmas de Simon en los evangelios y por todo el nuevo testamento. Dice tambien que el tal Simon es Eusebio de Cesarea. Me gustaria saber en que se basa para decir que Simon es Eusebio de Cesarea.
Gracias, un abrazo.
Con mucha humildad, creo que cualquier persona tiene derecho a dudar, discrepar y buscar información para comprender lo que le merece duda.
Es ilógico pensar que los evagelios fueron escritos por quienes se dice que lo hicieron y permanecieron inalterables hasta el día de hoy. También es ilógico pretender ser dueños de verdad absoluta y utilizar el terror psicológico como argumento…
Fue realmente grato leer estas lineas, creo que la cantidad de información aumentan las dudas y se torna inegable que la historia no fue como se dice que fue (esto obviamente va también para la religión).
Mis respetos para el autor.
la verdad, es que hace 8 meses que REALMENTE conocí a Jehová (quiero aclararles que no lo ví), y sé que en el hay verdad absoluta, estamos en libre albedrío, sino estariamos en el edén todavia. Por eso estamos de un lado o del otro, no creo que se use el terror psicologico ni nada parecido, son verdades.
Y si todavia con lo expuesto todavia permanecen incredulos y llenos de duda… ¿que los hará cambiar de parecer?
existen diferentes versiones de la biblia, Reina Valera 1910, 1960, 2000, Biblia de las Americas, Traducciones del Nuevo Mundo (Testigos de Jehová), Biblia de los Mormones R.V.A. Algunas cambian palabras ya no usadas por otras de igual significado, mas «contemporaneas». Pero no se puede negar que existen Biblias «diferentes» porque quienes la tradujeron del arameo y griego a sú lengua, no encontrarian palabras que encajaran justo con lo expuesto por los Profetas, Apostoles, etc. A ver si me explico mejor existen palabras como «che», que esbien argentina, que si la quiero traducir al húngaro, por decir algo, no voy a encontrar la palabra justa, ¿ahora me entendieron?
Con esto quiero decir que los Evangélios originales no son los que estan ahora en nuestras Biblias, LO CUAL NO QUIERE DECIR QUE SEAN INCORRECTOS, NI QUE SIMÓM LOS ESCRIBIO, NI QUE TODO SEA UNA FARSA.
Bendiciones y consulten no se queden con dudas, pero no se afiancen en el primero que encuentren, CONSULTEN
PAZ EN EL SEÑOR JESUCRISTO.
Jesucristo es un «mito», y la clave está en Eusebio de Cesarea. (Véase «los misterios de Jesus. El origen oculto de la religión cristiana». T.Freke y P.Gandy. Grijalbo, y «Simón, ópera magna» de Fernando Conde Torrens). Dios «es una consecuencia de las estructuras cerebrales» del ser humano (o sea, se lo inventa el cerebro). Véase «El cerebro nos engaña» de Fco. J.Rubias, ed, temas de hoy, y «El cerebro del rey» de Nolasc Acarín, ed, RBA. Añádase «la especie elegida» de J.L. Arsuaga. Espero que alguien pueda aprovechar las referencias. Saludos.
A las obras señaladas por Santiago, la mayoría de las cuales conozco, añadiría una definitiva: El Puzzle de Jesús, de Earl Doherty (acaba de aparecer en junio la versión española). A la espera de que aparezca la versión española obra de Lucca Cascioli, «La favula de Cristo», puede leerse una traducción mediocre de algunos aspectos fundamentales en su página web. Sobre religión en general hay otras obras, aunque creo que Marvin Harris es «Nuestra Especie» dice lo esencial. El tema era la figura de Jesús tratada con objetividad y últimamente cuestionada su mitificación e incluso su existencia.
Un saludo a todos. Por cierto, las personas que insultan, máxime si exponen sus prejuicios desde un punto de vista agresivo y fanático, sólo logran emitir y esparcir su propia devaluación.
Todas esas confuciones historicas se desvanecen con al muerte de quienes la siembran en las mentes humanas. Pero hay una verdad que define todas las dudas y es vencer la muerte como lo demostro Nuestro Señor Jesucristo, ya que esa fue su misión la de dar un testimonio a todos los hombres de sobre la faz de la tierra, enseñando que a traves del PACTO SEMPITERNO con nuestro Dios Creador que esta en nuestra SIMIENTE, SEMILLA O SEMEN, no DERRAMANDOLO, FORNICANDOLO JAMAS, declarandose enemigo mortal contra toda clase de inmundicia corporal (2 CORINTIOS 7: 1; LEVITICO 15: 1, 2; NUMEROS 5: 1, 2, 3; EZEQUIEL 16: 15; 23: 8)y así, mientras que el hombre no FORNIQUE SU SIMIENTE JAMAS, tendrá la oportunidad de comprobar y corroborar la GRAN VERDAD DE LA VIDA ETERNA que predico Jesús de Nazaret; porque en estos momentos todas las religiones del mundo que predican la imagen de Jesús estan quedando mal ya que estan siendo arrebasados por toda clase de enfermedad y pareciese que no tuviesen la cura de dichos males sino que simplemente se resignan a decir que la enfermedad es una prueba de Dios pero quien sale ganando es el Diablo; porque se los lleva en cuerpo y alma. No olvidemos que Dios es Vida y el Diablo es muerte. Entonces parece que quienes predican la supuesta doctrina de Dios como es que se enferman y lo peor aun es que predican estando enfermos sembrando toda duda de salud, de vida sin ninguna motivación real y verdadera hacia una SALUD PERFECTA que es una de las promesas simples del DIOS VIVIENTE, VERDADERO que en medio de cada uno de nosotros está (JOSUE 3: 10).
Querer conseguir la respuesta de la GRAN VERDAD ETERNA de nuestro DIOS CREADOR en la gran confusión historica se nos va el tiempo y la vida y no llegamos a ningun acuerdo. El único acuerdo en el que podemos empatar es el de que mientras ignoremos de como salvarnos de la muerte, estaremos todos muertos y pasaremos simplemente a la historia o al olvido.
Es preferible que podamos corroborar con una simple acción palpable que cada uno puede comprobar por si mismo y verificar la realidad, GRACIAS A DIOS Y A LOS PROFETAS, que se encuentra plasmada en la BIBLIA, como simples LEYES DIVINAS O DE DIOS PARA LOS HOMBRES. No olvidemos las palabras del mas grande de todos los profetas al que todos conocemos como Jesús de Nazatet en el libro de San Juan 5: 39.
Esperamos que de esta exposición le saquemos el maximo provecho y ojala podamos tener un encuentro personal para discutir y aclarar muchas dudas que nos conciernen a todos los humanos.
Prof
NEM
Os recomiendo que leais el libro EL MENSAJE OCULTO DE JESUS de Ramiro Calle.
saludos
Detrás de todo esto siempre esta la misma pregunta: ¿existe Dios?, ¿el hombre es el centro del universo?, yo creo que la gran mayoria tiene a la teoria del Big Bang como cierta, yo creo que la gran mayoria tiene a la teoria de la evolución y la Selección Natural como por cierto. Si sos uno/a de esas personas te pregunto ¿La vida nace de la muerte? obviamente no ¿entonces como hizo la primera célula viva, de la cual todo vegetal y animal tiene como ancestro, para «nacer»? ¿cuanto pudo sobrevivir en medio de un ambiente hostíl? ¿habrá tenido el tiempo necesario para reproducirse?
Estas y muchas otras pregunta te las responden en
http://www.answersingenesis.org/Espanol/
Ahora… ¿en quien crees?
Hola a todos, me da gusto saber de la diversidad existente en creencias religiosas o incluso en la no creencia de las mismas, me gustaria saber al menos una minima parte de lo que Ustedes aqui exponen, podrian recomendarme titulos que esten basados en lo encontrado y no lo que nos gustaria encontrar? a Onory y Fernando Conde, me atrevo a felicitarles por el fruto de sus investigaciones, pues independientemente de lo que crean o no, simplemente hay mucho material de por medio(y una exaustiva investagacion tras de si), que como uno de Ustedes dice, solo la historia habra de decir quien tiene la razon… saludos cordiales a todos y cada uno de los participantes de este tema
Estimado Señor Torrens:
Sé que ya no frecuenta este blog pero quiero que me saque de una duda ¿porqué Ireneo de Lyon tenía constancia en el siglo II de los cuatro evangelios que posteriormente fueron aceptados en el canon bíblico?. El propio Ireneo declaró que incluso ciertos grupos gnósticos los utilizaban e interpretaban a su antojo, entre ellos Carpócrates que tenía una fascinación fetichista con el Evangelio secreto de Marcos, y Valentín quien tomo muchos elementos del Evangelio de Juan y los adapto a sus enseñansas particulares, y un sinnúmero mas de eclesiásticos tuvieron contacto personal con cada uno, para así dedicarle todo el estudio necesario.
Por lo demas lo felicito por dedicarse de lleno a la ardua tarea de desentrañar uno de los misterios mas ocultos en estas épocas. Someter a las escrituras a un estudio concienzudo requiere de un hombre emprendedor y con ganas de desvelar los aspectos mas insospechados de muchos que vivimos en este siglo. Creo firmemente en lo que usted expone, y ojala todos seamos testigos de alguna sorpresa mas dentro de poco.
Jesús como tal no existió, estoy convencido de eso. No por ello soy ateo.
Hola, Rick.
Desde luego, el nivel ha bajado bastante y merece poco la pena responder una y otra vez lo mismo a diversos sectarios que prefieren repetir como papagayos las doctrinas de sus respectivos líderes. Buscar sin miedo por uno mismo es otra cosa. Por ejemplo, ahondar en ciencia dista mucho de pretenderse con la verdad acabada, pero también de evitar estudiar en diversas fuentes (sobre evolución y big bang, por ejemplo). No estaría de más estudiar primero qué es lo que se sabe y por qué se sabe, aun antes de pararse a teorizar por qué ello es así. Y detenerse en qué es una teoría científica y qué no; o qué parece haber sucedido históricamente y qué no pudo suceder. Incluso qué resultaría necesariamente «anti-histórico». Lo que Fernando defiende (que no yo) aparece con claridad en sofiaoriginals.com. Allí hay un interesante foro al que te invito, Rick, a repetir tu pregunta (copiar y pegar).
Manue
Estimado Rick, el autor de toda la saga, Eusebio de Cesárea, tenía que «llenar» el intervalo de tiempo entre la muerte de su personaje, el siglo I, y la época en que aquello afloraba como si fuera una historia auténtica. Para ello se inventó cantidad de obras ecritas por personajes ficticios, tan ficticios como los autores del Nuevo Testamento, Juan, Marcos, Lucas, Pablo, etc. Era obligado, tenían que hacer dejado huella y un libro firmado por Flavio Cornelio Taciano era la prueba de que el tal Taciano había existido: «Si no, no podría haber escrito ese libro …» Creó Eusebio infinidad de personajes construyendo otros tantos libros, libros que eran pequeños, lo que hoy son dos capítulos. (Creo que es Edgard Wallace, busque en Internet a ver cuántos libros escribió Edgar Wallace, americano del siglo XX.)
No he podido vigilar y analizar las obras de TODOS esos personajes, no he encontrado textos de Ireneo en griego suficientemente antiguos como para estudiarlo. Pero sí lo he hecho con bastantes otros y me reafirmo en mi tesis de que todo fue obra literaria del siglo IV, a principios.
Ya sé que una respuesta tan corta considerada en sí misma no es todo lo convincente que desearía. Yo también confío en lo que Vd. confía. Un cordial saludo. F. Conde.
Mi comentario es el siguieente Jesus no existio solo lo inventaron los coptos egipcios con la intencion de educar a hombre de amancillarlo porque lamentablemente el hombre agresivo es de modo que los coptos tuvieron que inventar a un Ser Superior con la intencion de que el hombre tenga miedo a un castigo desesperante entonces el hombre gracias a las amenazas que inventaron los egipcios en algo se educo
Impresionante.
Me consideraba un entusiasta de estos temas por andar escudriñando los web-sites que tratan cientificamente (e.g. arqueologicamente) el tema del Nuevo Testamento. Y he leido (creia que bastante) sobre la ‘historicidad de Jesus’. Pero no puedo dejar de impresionarme sobre la conviccion que existe en ciertas personas de que sus propias «conclusiones» y «deducciones» (cientificas tambien por cierto) son, por decir lo menos, «definitivas». Y no dejan lugar alguno para la duda o la especulacion. Estan convencidos que sus inferencias y su logica es la ultima palabra, no hay discusion, o si o si.
Veo con agrado que hay mucho material para revisar que yo no sabia que existia. Me parece sumamente interesante que este asunto tenga cada vez mas adeptos y entusiastas, y que se discuta y se debata abierta y alturadamente. Tenia que ser en la WWW!!!.
Mi opinion, si de algo vale, es que NO HAY MANERA DE PROBAR EN FORMA IRREFUTABLE que Jesus existio o no existio. Al menos en la forma como se ha planteado o como lo plantea la Iglesia. Siempre habra espacio para la duda, y para la especulacion, inclusive la mal-intencionada. YO, en lo personal me inclino fuertemente a creer que SI EXISTIO. Puede ser un truco que me juega el sub-consciente. Pero no tengo manera de demostrarlo. Y creo que NADIE LA TIENE todavia. Me parece que tendremos que esperar a que se invente la maquina del tiempo.
Mientras tanto, sigamos debatiendo e investigando. Y expongamos nuestras teorias y nuestros hallazgos. Siempre en la forma mas seria y siguiendo el rigor cientifico, que es nuestra unica garantia.
hoLa a todoS!
Les queria comentar que si me podrian decir que diferencia ahy entre «San Lucas» y «San Marcos» eso es lo unico que quisiera saver si me podrian ayudar
gracias por leer mi comentarios y ojala que me ayuden gracias y saludos a todos .Jair.
Una cosa sí es segura con respecto a los evangelios: Que, quitanto los capítulos uno y dos de Mateo y Lucas, y los 18 primeros versículos de Juan, los cuatro empiezan con la predicación de Juan en el desierto. El de Juan dice: «Este es el testimonio de Juan». No extrañaría que el nombre «Juan» dado a este cuarto evangelio se deba precisamente a que empieza con el «testimonio de Juan» en el desierto y se haya abreviado la denominación del escrito como «Juan» a secas.
Pero lo curioso es que, en los finales de los cuatro evangelios, desechando las apariciones de Jesús, los cuatro libros finalizan con la partida de las mujeres que salen de Jerusalén al amanecer del domingo y van hacia la tumba de Jesús para embalsamar el cuerpo.
Cuatro evangelios que empiezan igual, con la predicación de Juan en el desierto, y concluyen de similar manera, con las mujeres que van al sepulcro.
¿Se copiaron unos a otros los evangelistas o se trata de una única pluma para las cuatro versiones evangélicas?
Hola, Jair. Te aconsejo la lectura de un par de libros: I. Asimov: Guía de la Biblia (Tomo II: Nuevo Testamento) Y Pepe Rodríguez: Mentiras fundamentales de la Iglesia Católica.
Si me cupieran, te dejo unos extractos de dichas obras:
Manue
I. Asimov
El Evangelio según san Marcos
Suele admitirse que Marcos es el más antiguo de los cuatro evangelios, y
desde luego es el más breve.
Se ha sugerido que este evangelio, el primero de todos, se escribió con el
fin de divulgar entre los cristianos la historia de los sufrimientos de Jesús y su
firmeza en la desgracia. Quizá fuese para animar a los cristianos en una época
que, por lo general, sufrían persecución.
Las primeras persecuciones graves del cristianismo se iniciaron en Roma
con el emperador Nerón, tras el gran incendio del 64 dC, y es muy probable
que el evangelio de san Marcos se escribiera poco después de esas fechas.
Por el hecho de que se incluye el sermón apocalíptico de Jesús, donde se
indica claramente la destrucción de Jerusalén (véase cap. 5), se piensa que tal
vez no se redactara hasta después del 66 dC, cuando se inició la rebelión judía
contra Roma. Incluso hay quienes afirman que sólo alcanzó su forma
definitiva después del 70 dC y de la destrucción del Segundo Templo por los
romanos. Pero no pudo ser más tarde del 70 dC; el evangelio debió
componerse y divulgarse antes que Mateo y Lucas empezaran a escribir, pues
ambos tomaron mucho prestado de Marcos.
Parece que el evangelio de Marcos se escribió para cristianos de origen
judío, pero no para aquellos que tenían amplios conocimientos áe la ciencia
bíblica. No hay nada de la pedantería de Mateo respecto al Antiguo
Testamento.
El autor de Marcos tal vez no fuese persona muy educada; al menos el
griego del evangelio no es muy pulido.
Marcos
Papías, el obispo cristiano del siglo II declara que alguien llamado
Marcos compuso un evangelio utilizando información obtenida del propio
Simón Pedro. No hay duda de que se refiere a este segundo evangelio.
Al parecer, Pedro tenía un discípulo joven llamado Marcos. En su
primera epístola se refiere a él con afecto como futuro discípulo o seguidor:
1 Pedro 5.13. * Os saluda la iglesia…, y Marcos, mi hijo.
Pese a su nombre latino. Marcos no es gentil. Parece ser un apodo
añadido a su nombre auténtico, Juan (Jojanán). Así, en los Hechos de los
Apóstoles:
Hechos 12.12. … se fue (Pedro) a la casa de María, la madre de
Juan, por sobrenombre Marcos…
* Con el número 14 en la King James (N. del T.)
Juan Marcos debía de ser muy joven en la época de la crucifixión, y en
los evangelios no aparece con su nombre. Sin embargo, hay en Marcos un
incidente que no se describe en los demás evangelios y que efectivamente
puede referirse al propio evangelista. Viene justo después del prendimiento de
Jesús, cuando huyen sus discípulos. Una persona sin identificar permanece
durante un rato:
Marcos 14.51. Un cierto joven le seguía envuelto en una sábana
sobre el cuerpo desnudo, y trataron (los que habían ido a detener
a Jesús) de apoderarse de él;
Marcos 14.52. mas él, dejando la sábana, huyó desnudo.
Nada se desprende de este incidente, y el joven no vuelve a aparecer,
pero la tradición afirma que se trata del propio Marcos y que el evangelista no
pudo evitar el mencionar su presencia en un momento crítico de la historia de
Jesús.
Juan el Bautista
Marcos empieza su evangelio con Juan el Bautista. No dice nada del
nacimiento virginal en Belén, ni de los muchos prodigios o milagros relativos
a la infancia de Jesús. Ni siquiera menciona la ascendencia davídica; alude a
Jesús como Hijo de Dios (es decir, el Mesías), pero rara vez como Hijo de
David.
En realidad, si sólo dispusiéramos del evangelio de san Marcos para
orientarnos respecto a la vida de Jesús, habríamos de suponer que el Mesías
nació en Nazaret de la forma en que lo hacen todos los hombres, en el seno de
una humilde familia galilea sin pretensiones regias.
Semejante origen está tan apartado de las profecías del Antiguo
Testamento referentes al Mesías, que Mateo quizá escribiera su evangelio con
el fin fundamental de afirmar temas tales como la ascendencia davídica y el
nacimiento en Belén. Sólo así podía defenderse a Jesús contra las
aseveraciones de teólogos judíos de que no podía ser el Mesías porque había
nacido en Galilea y no era de linaje real.
En Marcos, la primera mención de Jesús se refiere a su bautismo:
Marcos 1.9. En aquellos días vino Jesús desde Nazaret… y
fue bautizado por Juan en el Jordán.
A continuación, el Espíritu de Dios descendió sobre él; igual que en
Mateo.
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El Evangelio según san Lucas
Al igual que el de san Mateo, el tercero y último de los evangelios
sinópticos parece basarse ampliamente en el de san Marcos, pero incluye
otros temas adicionales.
Por tanto, Lucas es sin duda posterior a Marcos, y probablemente más
tardío que Mateo. En general, los eruditos están de acuerdo en que Lucas se
escribió algún tiempo después del año crítico del 70 dC, cuando los romanos
tomaron la ciudad y destruyeron el Templo. Algunos incluso sugieren fechas
tan tardías como el 100 dC, aunque el 80 dC sería más aceptable.
Si Lucas es posterior a Mateo, parece, a pesar de ello, haberse escrito de
manera independiente. Además de lo que se halla en Marcos, su contenido
complementario es en su mayor parte enteramente distinto de los temas
adicionales tratados en Mateo.
Hasta cierto punto, ello tal vez obedezca a un propósito diferente.
Supongamos que empezamos con el evangelio de san Marcos, el más
antiguo de los sinópticos, y lo consideramos tal como parece ser: la simple
historia de un profeta y hacedor de milagros que el autor toma por el Mesías y
que es injustamente acusado y ejecutado, pero que vuelve gloriosamente a la
vida. Tal como la cuenta Marcos, la historia se dirige al cristiano ordinario de
origen judío.
Al refundir ese evangelio, Mateo añade textos con el fin de que convenga
(según su opinión) al entendimiento de las personas versadas en las
enseñanzas del Antiguo Testamento, intercalándolos con numerosas
referencias a profecías bíblicas, utilizando leyendas referentes a Jesús que
eran corrientes en la época y asociándolas a tales profecías.
Por otro lado. Lucas refunde el evangelio de Marcos de forma que
convenga especialmente a los gentiles simpatizantes del cristianismo que
piensan en la conversión, o que ya son conversos y desean saber más cosas
respecto a los orígenes de tal religión.
Lucas ignora en general las profecías del Antiguo Testamento por
considerarlas accesorias, y encuadra a los judíos en el papel de villanos de
manera más clara que Mateo y Marcos. Trata a las autoridades romanas con
mayor suavidad que en los dos evangelios primeros, y describe al propio
Jesús con una actitud hacia los gentiles más afable que en los otros evangelios
sinópticos.
Lucas
Muchos consideran que Lucas era gentil, aunque no hay pruebas
concluyentes. Su nombre es romano, pues Lucas (Loukas en griego y Lucas
en latín) es una versión abreviada de Lucius o de Lucanus, dos nombres
genuinamente romanos. En sí mismo, esto no dice nada, por supuesto, pues en
la época del Nuevo Testamento los judíos adoptaban a veces nombres
romanos. Pablo es un nombre romano, pero no hay duda de que el apóstol de
ese nombre era judío.
Además, se considera que el griego en que está redactado Lucas tiene un
valor literario sensiblemente mayor que el de Mateo o el de Marcos (en
efecto, la superioridad de Lucas es evidente para muchos incluso en las
traducciones), de modo que se estima que el autor debió tener una estricta
educación helénica.
Eso refuerza la posibilidad de que fuese gentil, aunque no lo demuestra
sin lugar a dudas.
Podemos hallar más indicios en el hecho de que el mismo autor de Lucas
escribió casi con toda seguridad los Hechos de los Apóstoles, libro que narra
los acontecimientos sucedidos en las décadas siguientes a la crucifixión, en
especial los concernientes a los viajes del apóstol Pablo.
Hay muestras de que el autor de los Hechos era en realidad un amigo de
Pablo que lo acompañaba en sus viajes. Así, en cierto momento se dice que
Pablo tiene la visión de un hombre que grita socorro en Macedonia:
Hechos 16.10. Luego que vio la visión, buscamos cómo pasar a
Macedonia…
Es posible que el autor de los Hechos haya incluido de pronto una cita de
las memorias de Pablo sin hacerlo constar.
(Las convenciones sobre el empleo de las citas son de origen moderno,
claro está.) Sin embargo, parece más sensato suponer que la utilización de la
primera persona de plural significa que el autor era alguien del séquito de
Pablo que intentaba pasar a Macedonia con él.
Pero ¿quién podría ser tal compañero? En sus cartas, Pablo menciona
varias veces a personas especialmente cercanas a él.
Así, en la Epístola a los Colosenses, Pablo envía la carta a un amigo
mandándole recuerdos de quienes le rodean;
Colosenses 4.14. Os saluda Lucas, el médico amado, y Demas.
Suele pensarse que Lucas era el médico de cabecera de Pablo, y la
naturaleza de esa función garantizaría una relación íntima entre ambos
durante los fatigosos viajes de Pablo. En la Segunda Epístola a Timoteo,
Pablo declara de manera concreta:
2 Timoteo 4.10. … Demas me ha abandonado por amor de
este siglo… *
2 Timoteo 4.11. Sólo Lucas está conmigo…
Eso indica la particular fidelidad de su médico. También se menciona a
Lucas como uno de los que envía saludos en la conclusión de la Epístola a
Filemón.
Dice la tradición que Lucas es autor del tercer evangelio y de los Hechos
de los Apóstoles. Tal creencia se remonta a Ireneo, obispo de Galia hacia el
170 dC.
Eso sigue sin ayudarnos a decidir si Lucas era judío o gentil.
Sin embargo, los Hechos de los Apóstoles tratan de Antioquía de forma
especialmente detallada, como si el autor tuviese buen conocimiento de los
asuntos de la iglesia en esa ciudad. Los cristianos de Antioquía eran en su
mayor parte de origen cristiano (había relativamente pocos judíos), y si Lucas
era miembro de la iglesia de esa diócesis, hay buenas probabilidades de que
fuese judio. * Unos de los padres primitivos de la Iglesia, Eusebio de Cesárea
escribió en el 324 dC una historia religiosa * donde se afirma que Lucas era
ciudadano de Antioquía de extracción siria.
Esta es la tradición generalmente aceptada. Sin embargo, en los Hechos
de los Apóstoles hay un versículo donde se enumera a algunos miembros de
la iglesia de Antioquía:
* La King James dice: «… por amor de este mundo-..»; la CV-SB coincide con la N-C, que cito (N. del T.).
* El texto se ajusta a lo que dice el libro, pero no se entiende bien. Si entre los cristianos de Antioquía había
pocos judíos ¿por qué hay buenas posibilidades de que Lucas fuese judío? Debe haber una errata o faltar un
simple «no» (fuera judío). (Dom)
* Historia eclesiástica, Madrid, BAC, 1970 (N. del T.).
Hechos 13.1. Había en la iglesia de Antioquía profetas y
doctores: Bernabé y Simeón, llamado Niger; Lucio de Cirene…
¿Puede ser Lucio de Cirene el Lucas de las epístolas paulinas? Algunos
lo han sugerido. Pero Cirene era un centro judío importante, y si Lucas era
natural de Cirene y no de Antioquía, las posibilidades de que fuese judío
aumentan considerablemente.
En conjunto, la mejor prueba en favor del origen gentil de Lucas es que
él mismo escribiera con una actitud de simpatía hacia los gentiles.
Teófilo
Lucas inicia su evangelio a la manera griega habitual dirigiéndose a la
persona a quien va dedicado:
Lucas 1.3. Me ha parecido también a mí… escribirte
ordenadamente, óptimo Teófilo,
Lucas 1.4. para que conozcas la firmeza de las enseñanzas que
tú has recibido de viva voz.
Parece que Lucas tratara de consolidar la conversión de algún griego en
concreto. No se sabe absolutamente nada de este futuro converso, pero suele
pensarse que era de buena familia, pues Lucas le trata de «óptimo».
Algunos sugieren que Teófilo era un funcionario del tribunal de Roma
que estaba juzgando al apóstol Pablo y que el evangelio de San Lucas
constituía un alegato para la defensa preparado por el íntimo amigo y
compañero de Pablo. Tenía el propósito de informar al tribunal de que Pablo
no era traidor a Roma, sino un enviado de Dios.
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Pepe Rodríguez:
El Evangelio de Marcos es el documento más antiguo sobre la vida de Jesús de cuantos se dispone, pero Marcos ni fue discípulo de Jesús ni le conoció directamente sino a tra¬vés de lo que, tras la crucifixión, le oyó relatar públicamen¬te a Pedro. El Evangelio de Lucas y los Hechos, del mismo autor, son los documentos fundamentales para conocer el origen y desarrollo de la Iglesia primitiva, pero resulta que Lucas, que tampoco fue apóstol, también escribe de oídas, componiendo sus textos a partir de pasajes que plagia de documentos anteriores, de diversas procedencias, y de lo que le escucha a Pablo, que no sólo no fue discípulo de Je¬sús sino que fue un fanático y encarnizado perseguidor del cristianismo hasta el año 37 d.C. (un año después de la cru¬cifixión de Jesús).
Mateo sí fue apóstol, pero una parte de su Evangelio lo tomó de documentos previos que habían sido elaborados por Marcos (no apóstol). Queda Juan Zebedeo, claro, que ése sí fue apóstol… pero resulta que el Evangelio de Juan y Apoca¬lipsis no son obra de éste sino de otro Juan; fueron escritos por un tal Juan el Anciano, un griego cristiano que se basó en textos hebreos y esenios y en los recuerdos que obtuvo de Juan el Sacerdote, identificado como «el discípulo querido» -de Jesús (que no es Juan Zebedeo), un sacerdote judío muy amigo de Jesús que se retiró a vivir a Éfeso, donde murió a edad muy avanzada.
La sustancial aportación doctrinal de las Epístolas de Pa¬blo resulta que proviene de otro no testigo que, además, aca¬bó imponiendo unas doctrinas que eran totalmente ajenas al mensaje original de Jesús. Pedro, el jefe de los discípulos y «piedra» sobre la que se edificó la Iglesia, no escribió más que dos Epístolas de puro trámite —la segunda de las cuales es pseudoepigráfica, eso es redactada por otro— que no repre¬sentan más que un 2% de todos los textos neotestamentarios. Santiago, hermano de Jesús y primer responsable de la Iglesia primitiva y, por ello, un testigo inmejorable, apenas aportó otro 1 % al Nuevo Testamento con su Epístola (también de dudosa autenticidad).
Por paradójico que parezca, es obvio que entre los redac¬tores neotestamentarios prevaleció una norma bien extraña: cuanto más cercanos a Jesús se encontraban, menos escritos suyos se aportaron al canon y viceversa. Francamente absur¬do y sospechoso.
En fin, para ser breves, resulta que la inmensa mayor par¬te del testimonio en favor de Jesús, eso es el 79% del Nuevo Testamento, procede de santos varones que jamás conocie¬ron directamente a Jesús ni los hechos y dichos que certifi¬can. Tamaña barbaridad intentó ser apuntalada al declarar «inspirados» todos los textos del canon neotestamentario, pero entonces, dadas las infinitas contradicciones que se dan entre los propios Evangelios y sus inexactitudes históricas injustificables, se hizo quedar como un auténtico ignorante al mismísimo espíritu de Dios. ¡Menudo problema!
Las incoherencias tremendas que puede apreciar cualquie¬ra que compare entre silos cuatro evangelios canónicos, resultan tanto más chocantes y graves si tenemos en cuenta que es¬tos textos fueron seleccionados como los mejores de entre un conjunto de alrededor de sesenta evangelios diferentes. Los textos no escogidos fueron rechazados por apócrifos por la Iglesia y condenados al olvido. Buena parte de los apócrifos eran más antiguos que los textos canónicos y entre los rechazados había escritos atribuidos a apóstoles y figuras tan im¬portantes como Tomás, Pedro, Andrés, Tadeo, Bartolomé, Pablo, Matatías, Nicodemo, Santiago… y textos tan influyen¬tes en su época como el Evangelio de los Doce Apóstoles.
Los cuatro evangelios canónicos citan a menudo textos que son originales de algún apócrifo y los primeros padres de la Iglesia, como Santiago, san Clemente Romano, san Berna¬bé o san Pablo, incluyeron en sus escritos supuestos dichos de Jesús procedentes de apócrifos. De hecho, los primeros apologistas cristianos no conocieron —o despreciaron— los textos canónicos de Marcos, Mateo, Lucas y Juan, y hasta san Justino (c. 100-165 d.C.) no encontramos en ellos más que ci¬tas basadas en evangelios apócrifos.
La selección de los evangelios canónicos se realizó en el concilio de Nicea (325) y fue ratificada en el de Laodicea (363). El modus operandi para, distinguir a los textos verda¬deros de los falsos fue, según la tradición, el de la «elección milagrosa». Así, se han conservado cuatro versiones para jus¬tificar la preferencia por los cuatro libros canónicos: 1) des¬pués de que los obispos rezaran mucho, los cuatros textos vo¬laron por sí solos hasta posarse sobre un altar; 2) se colocaron todos los evangelios en competición sobre el altar y los apó¬crifos cayeron al suelo mientras que los canónicos no se mo¬vieron; 3) elegidos los cuatro se pusieron sobre el altar y se conminó a Dios a que si había una sola palabra falsa en ellos cayesen al suelo, cosa que no sucedió con ninguno; y 4) pene¬tró en el recinto de Nicea el Espíritu Santo, en forma de palo¬ma, y posándose en el hombro de cada obispo les susurró qué evangelios eran los auténticos y cuáles los apócrifos (esta tra¬dición evidenciaría, además, que una parte notable de los obispos presentes en el concilio eran sordos o muy descreí¬dos, puesto que hubo una gran oposición a la elección —por votación mayoritaria que no unánime— de los cuatro textos canónicos actuales).
San Ireneo (c. 130-200) aportó también un sólido razona¬miento para justificar la selección de los libros canónicos cuando escribió que «el Evangelio es la columna de la Iglesia, la Iglesia está extendida por todo el mundo, el mundo tiene cuatro regiones, y conviene, por tanto, que haya también cua¬tro Evangelios. (…) El Evangelio es el soplo o relato divino de la vida para los hombres, y pues hay cuatro vientos cardina¬les, de ahí la necesidad de cuatro Evangelios. (…) El Verbo creador del universo reina y brilla sobre los querubines, los querubines tienen cuatro formas, y he aquí que el Verbo nos ha obsequiado con cuatro Evangelios».
Uno de los muchos absurdos que heredamos a partir de ese episodio de selección de textos inspirados es de aúpa: dado que la autenticidad de los evangelios canónicos no estaba unánimemente reconocida por los obispos cristianos, hasta el punto de que tuvo que ser impuesta por la autoridad — de una votación mayoritaria en un concilio — de la Iglesia, ¿qué autoridad puede tener una Iglesia que hoy dice basar su autoridad en unos evangelios dudosos que ella misma tuvo que avalar cuando ni ella ni los textos gozaban aún de autori¬dad alguna?
Quiénes fueron en realidad los cuatro evangelistas
y cuándo y cómo compusieron sus textos inspirados
Casi la mitad de los textos que conforman el Nuevo Tes¬tamento (el 44%) corresponden a los cuatro Evangelios canónicos — Mateo, Marcos, Lucas y Juan — que, básicamen¬te, se ocupan de narrar la biografía, hechos y dichos de Jesús. Las contradicciones que existen entre ellos, incluso para rese¬ñar algunos aspectos fundamentales de la vida de Jesús o de sus enseñanzas, llegan a ser tan notables, profundas y evidentes que sus traductores católicos no pueden menos que cul¬par a la «tradición oral» de «las diferencias muy frecuentes que se notan, sea en las modificaciones del plan general, sea en la agrupación de los sucesos o discursos, sea, finalmente, en el modo de componer la narración de cada relato. Mas por encima de todo esto se cierne la inteligencia de los autores sa¬grados, a quienes el Espíritu Santo inspiraba y guiaba en la ejecución de su obra, conforme a las miras especiales de cada uno y guardando su propio temperamento psicológico. De aquí resulta una variedad notable junto a una más que nota¬ble unidad, de cuya armonía proviene la admirable belleza de los evangelios».
Sin cuestionar la belleza de los evangelios, que es obvia para cualquier lector culto, ya sea éste creyente o ateo, católi¬co o budista, no puede menos que señalarse como una maja¬dería monumental el pretender atribuir al «temperamento psicológico» de los evangelistas el que, como veremos en su momento, éstos aporten visiones totalmente dispares acerca de cuestiones tan fundamentales como son la virginidad o no de María, los aspectos clave del nacimiento de Jesús, la consustancialidad o no de Jesús con Dios, la resurrección física o no de Jesús, el entorno de sus apariciones y la posibilidad o no de su ascensión subsiguiente y un largo etcétera.
Antes de empezar a ocuparnos del contenido de los tex¬tos evangélicos, será necesario averiguar alguna cosa acerca de sus autores y del momento en que fueron redactados, y eso es lo que, de forma muy breve, nos proponemos hacer en las siguientes líneas.
El Evangelio de Mateo encabeza el canon del Nuevo Tes¬tamento católico y desde principios del siglo II se tiene a este apóstol por su autor. Leví, hijo de Alfeo, era un judío que trabajaba como recaudador de impuestos para el gobierno y al convertirse en enviado o apóstol pasó a llamarse Mateo. Es muy probable que fuese hermano de Santiago «el de Alfeo», también apóstol. La Iglesia católica defiende que la composi¬ción del texto tuvo lugar en la década del 50 al 60 d.C. o, como máximo, en una fecha cercana al año 70 d.C., pero la mayoría de expertos independientes sitúan su escritura hacia el 75-80 d.C. En el texto aparecen algunos datos que son de fecha relativamente tardía, tales como las referencias a la des¬trucción de Jerusalén en el año 70 d.C., al papel de la Iglesia y de la disciplina eclesiástica y al retraso del Segundo Adveni¬miento y a los testimonios de persecución de las autorida¬des romanas.
De acuerdo a las fuentes tradicionales, las actividades proselitistas de los apóstoles se desarrollaron durante el rei¬nado del emperador Claudio (41-54 d.C.) y desde su inicio los misioneros iban provistos de dos breves documentos, re¬dactados en hebreo, que se atribuyen a Mateo. Uno consistía en una recopilación de pasajes del Antiguo Testamento a los que, según se pretendía, Jesús había dado cumplimiento y se dividía en cinco secciones, como el pentateuco de Moisés; el otro documento era una especie de antología de las enseñan¬zas de Jesús. El Evangelio de Mateo, tal como lo conocemos hoy, era llamado así porque, además del Evangelio de Mar¬cos, utilizaba estas dos fuentes citadas y se dividía también en cinco libros con un prólogo y un epílogo. El Sermón de la Montaña refleja en buena parte el documento original que re¬fería las enseñanzas de Jesús.
El origen más probable del Evangelio de Mateo, en su re¬dacción actual, se remonta hacia el año 90 d.C. en Egipto, donde existía una numerosa población judía —especialmente en Alejandría— que desarrolló una importante cultura helénico-judía de lengua griega cuyo máximo exponente fue el filósofo y exégeta Filón de Alejandría (c. 20 a.C.-50 d.C.).
Para Schonfield, historiador y traductor de las Escrituras, nuestro actual Mateo es «una curiosa mezcla de materiales y puntos de vista tanto judíos como no judíos. Su estilo litera¬rio varía, por supuesto, con relación a las fuentes utilizadas. Pero el tono marcadamente hebraico de muchos pasajes pue¬de resultar engañoso; se requiere un examen muy atento del texto para determinar que el autor propiamente dicho de la obra que conocemos no era judío. Tampoco fue un mero compilador, sino que dejó su impronta personal en el libro, especialmente en la forma de tratar el material de Marcos y destacar los elementos milagrosos. En ocasiones duplica el número de personas curadas, por ejemplo» mencionando a dos endemoniados gadarenos y a dos ciegos de Jericó. Tam¬bién habla de dos asnos utilizados por Jesús para entrar en Je¬rusalén, por no entender el paralelismo poético del idioma hebreo».
A partir de los datos históricos de la época, se sabe que la revuelta judía contra los romanos (67-70 d.C.) incrementó mucho el sentimiento antijudío entre los gentiles y, también, entre los cristianos de lengua griega —interesados éstos en aparecer ajenos a las actividades subversivas antirromanas de los nazarenos y otros grupos judíos con los que compartían fe mesiánica—, circunstancia que, obviamente, debía dejarse traslucir en los escritos públicos de esos días, tales como el Evangelio de Mateo. «De ahí —afirma Schonfield— la acti¬tud hostil de este Evangelio para con los judíos y el judaismo, sobre todo en relación con la crucifixión de Jesús, y ello pese a haber utilizado fuentes de carácter netamente judío, como lo refleja el Sermón de la Montaña.»
El llamado Evangelio de Marcos fue escrito en realidad por un tal Juan de Jerusalén, de nombre latino Marcus (men¬cionado en Hechos 12,12, en I Pedro 5,13, etc). Fue ayudante de Pablo y Bernabé, a los que acompañó en su primera gira de predicación, pero, a causa de una disputa con Pablo (de quien no gustó que hablara del mesianismo de Jesús ante el pagano Sergio Paulo, gobernador de Chipre), posteriormente pasó a viajar con Pedro —que le llamaba «mi hijo» (I Pe 5,13)—, del que se convirtió en su intérprete de griego. El texto muy pro¬bablemente se conformó en Italia, lugar que pasa por ser el último campo misional de Pedro antes de su muerte. Se¬gún asegura la tradición eclesiástica, Marcos, tras el martirio de Pedro (¿en el año 64-65 d.C.?, o en el 67 d.C. según la cro¬nología oficial católica), se fue a evangelizar en Egipto. El Evangelio actual debió escribirse entre los años 75-80 d.C.
Según relata Papías, obispo de Hierápolis, a principios del siglo II, Marcos «intérprete de Pedro, puso por escrito cuan¬tas cosas recordaba de lo que Cristo había dicho y hecho, con exactitud, pero no con orden. No es que él hubiera oído al Señor…, pero siguió a Pedro, el cual hacía sus instrucciones según las necesidades de los oyentes; pero no narraba orde¬nadamente los discursos del Señor… De una cosa tenía cuida¬do: de no omitir nada de lo que había oído o de no fingir cosa falsa».
La gran importancia histórica de este Evangelio, el segun¬do dentro del canon católico, radica en el hecho de ser el do¬cumento más antiguo —de los canónicos— de cuantos refie¬ren la vida y obras de Jesús, aunque, en cualquier caso, no debe olvidarse que su final fue cortado después de Mc 16,8 (se ignora cuánto texto falta y cuál era su contenido) y un co¬pista posterior añadió el fragmento que relata la aparición de Jesús a María Magdalena y a los discípulos y el llamado «fin del Evangelio» (Mc 16,9-20); el añadido parece basarse en da¬tos que figuran en Mateo y en los Hechos de Lucas.
Lucas o Lucano, el autor del tercer evangelio canónico y de los Hechos de los Apóstoles, nació en Alejandría y fue compañero inseparable de Pablo en sus tareas de apostolado. Pablo lo identifica como «colaborador» (Flm 24) y «médico amado» (Col 4,14). San Ireneo señala en uno de sus textos que «Lucas, compañero de Pablo, escribió en un libro lo que éste predicaba», pero aspectos del contenido del texto —refe¬ridos, por ejemplo, a los conflictos previos a la caída de Jeru¬salén (70 d.C.) y a las persecuciones de los cristianos o los da¬tos claramente extraídos de textos como Contra Apión, del historiador judío Flavio Josefo— parecen sugerir claramente que Lucas no compuso su Evangelio hasta finales del siglo I d.C. —la Iglesia católica, en cambio, sostiene que fue alrede¬dor del año 60 d.C. y que los Hechos fueron escritos entre el 61-63 d.C.—. Defender la redacción tardía de este texto tiene mayor sentido en la medida que, en esos días, los cristianos precisaban un documento como este Evangelio para ganarse la confianza del Gobierno romano, que les había perseguido implacablemente bajo el mandato del emperador Domiciano (81-96 d.C).
En época tan conflictiva, el Evangelio de Lucas procuró dar la imagen menos desfavorable posible de los perseguido¬res romanos, intentó suavizar los choques crecientes que se daban entre bandos ya escasamente reconciliables —judeo-cristianos y grecocristianos, seguidores de Jesús y de Juan Bautista, o discípulos de Pablo y de Pedro— e intentó frenar el estallido de sectarismo cristiano que se produjo tras la caí¬da de Jerusalén cuando no se materializó el esperado e inmi¬nente Segundo Advenimiento del mesías Jesús.
Lucas, tanto en el Evangelio como en los Hechos, que son su segunda parte, abordó la historia de los orígenes del cris¬tianismo, pero lo hizo con una suerte muy dispar. Gracias a su atenta lectura de las obras del historiador Flavio Josefo, Lucas pudo importar buena parte de los datos fundamentales que le serían necesarios para ambientar el contexto histórico en el que apareció y se desarrolló el cristianismo pero, tal como hace notar Hugh J. Schonfield, «nuestro autor, fuera quien fuere [se refiere a Lucas], tuvo ciertamente más proble¬mas con la historia de Jesús que con la de la Iglesia primitiva, sobre todo en lo tocante al nacimiento e infancia de Jesús. Aquí, como en uno o dos pasajes más, Lucas se vio obligado a recurrir al Antiguo Testamento en busca de ayuda. Le sirvie¬ron, a todas luces, los relatos del nacimiento de Sansón y de Samuel (en el texto griego de los Setenta ), y aun la autobio¬grafía de Josefo, a propósito de un incidente de la infancia.
»Lucas —prosigue Schonfield— estaba enteramente dis¬puesto a apropiarse de cualquier dato que pudiera contribuir al logro de su objetivo, lo que en su época no se consideraba en modo alguno censurable. Así, puesto que se esperaba que el Mesías vendría de Belén a Judea, Lucas tenía que mostrar que Jesús había nacido allí, aunque el hogar de sus padres se encontrara en Galilea. O no conoció o pasó por alto el rela¬to de Mateo. Se las ingenió, por ejemplo, para sacar partido del primer censo romano de Judea, referido por Josefo y tan aborrecido por los judíos, haciendo viajar a José con su espo¬sa embarazada desde Galilea hasta Belén, la ciudad de David, a fin de efectuar la inscripción. Poco le importó a Lucas que este censo hubiera tenido realmente lugar en el 6-7 d.C. y no durante el reinado de Herodes, muerto en el año 4 a.C. En esencia, lo que Lucas trata de comunicar es ante todo un sen¬tido de realismo, la convicción de que los misterios que son parte integrante del patrimonio cristiano no pertenecen al ámbito de la fábula. Su segundo propósito es el de reconciliar entre sí elementos dispares y conflictivos. Un caso típico a este respecto es su singular presentación de la madre de Jesús y la de Juan el Bautista como primas, de modo que sus res¬pectivos hijos estén emparentados y tengan casi la misma edad».
Con tal de lograr su propósito narrativo, Lucas introdujo con frecuencia fragmentos sobre hechos y dichos de Jesús fuera de su contexto original. Compárese, por ejemplo, Lc 10,25-29 con Mt 22,34-40 y Mc 12,28-34; en los tres pasa¬jes se le pregunta a Jesús acerca de cuál es el mayor o primer precepto, pero mientras Mateo y Marcos ponen la cuestión en boca de un fariseo y un escriba, respectivamente, en un momento en el que Jesús ya está ejerciendo su ministerio en Jerusalén, Lucas, por el contrario, se la atribuye a un doctor de la Ley, ¡mientras Jesús aún va de camino hacia Jerusalén! Otra estrategia, pero para el mismo fin, se evidencia cuando el evangelista introdujo una larga parrafada de material doc¬trinal entre Lc 11 y Lc 18 que interrumpe el estilo de su pro¬pia narración, pero que había que meter a cualquier precio aunque ése no fuese un lugar adecuado para ello.
Mientras cuenta el viaje de Jesús hacia Jerusalén, Lucas si¬tuó primero a Jesús en Betania, pueblo vecino de Jerusalén (Lc 10,39), luego le hizo recorrer «ciudades y aldeas, enseñan¬do y siguiendo su camino hacia Jerusalén» (Lc 13,22), a con¬tinuación le alejó de su destino ya alcanzado para situarlo en los dominios de Herodes Antipas, en Maqueronte, a muchos kilómetros al este de Jerusalén y más al sur (Lc 13,31-33)…; poco después le hizo desandar a Jesús lo mucho andado al afirmar «Yendo hacia Jerusalén atravesaba por entre Samaría y la Galilea…» (Lc 17,11-12), es decir, se le hizo volver una enorme distancia hacia el norte, en dirección contraria a Jerusalén —donde ya estaba— con tal de poder narrar la curación de un leproso (Lc 17,11-19) que Marcos, la fuente de la que copió, había situado en Galilea (Mc 1,40-42); con una bre¬ve mirada a un mapa de la época (lo hay en cualquier Bi¬blia) puede comprobarse cuán disparatada es la narración de Lucas.
En Lc 19,41-44 («El llanto sobre Jerusalén») se le atribuye a Jesús una profecía que fue narrada según lo ya descrito por el historiador Flavio Josefo tras la caída de Jerusalén (recordemos que este evangelio se escribió mucho después de este hecho). Al describir el juicio de Jesús ante Pilato, presentó a este último como un pusilánime que desconocía la propia ley romana de la que era garante (Lc 23,3-4) —el delito de decla¬rarse «rey de los judíos», del que el mismo Jesús se había he¬cho convicto, era de alta traición contra el César y se casti¬gaba con la pena capital—, lo cual no sólo era absurdo sino absolutamente imposible en un representante imperial. No debe pasar desapercibido, tampoco, que la descripción de Lucas acerca de la aparición y ascensión de Jesús (Lc 24,36-53) es muy similar al ya existente mito romano sobre la apari¬ción y ascensión de Rómulo tras su muerte (recogido por Plutarco en sus Vidas paralelas).
En fin, tal como acreditan decenas de aspectos similares a los citados, en este Evangelio es evidente que la inspiración divina se había tomado unas merecidas vacaciones después de ver cómo la ciudad santa de su pueblo elegido había sido arrasada por los romanos.
En los Hechos de los Apóstoles Lucas describió la organi¬zación y el desarrollo de la Iglesia primitiva en Jerusalén y continuó con su estrategia de disimular los graves conflictos que enfrentaban a los cristianos judíos y no judíos. El texto no habla de todos los apóstoles ya que le cedió casi todo el protagonismo de su narración a Pablo y, de los doce, sólo Pe¬dro adquiere alguna relevancia. Hechos es un documento de cristianismo paulino o «normativo» que resulta muy parcial ya que sólo defiende las posturas de Pablo, satanizando a todos cuantos se le enfrentan, incluido Santiago «el hermano del Señor».
estimados amigos, todos son muy buenos, me han dejado atónito, solamente soy lector de la biblia y de seguro no tengo su edad, su estudio e idiomas, para mi satisfaccion tengo el poder de Dios en mi vida, humildemente he alcanzado a ver su obra por su misericordia. y se que a El, le hay. Pero en medio de su barbarie, sus conceptos e investigaciones, (quizá no sabe qué espiritu le llevo a disertar. 1juan 4:2-3.) mi pregunta es; si esto es así? sr. autor, en quien cree entonces?
no hay un Dios?
no está Cristo en su mente y corazón( reconociendo su manifestacion).
y por ultimo, estimado amigo, no luche como luchó saulo contra el aguijón, porque dura cosa le será esto en aquel día, cuando todos a una tengamos que dar cuentas en la presencia de Dios, pero apóyese en Jesucristo, y él le confesará.
El arrepentimiento es ahora.
Para todos; la biblia es la palabra de Dios, perfecta y segura.
Les invito a leerla…
1Juan 4: Versículo 1,2,3,4,5.
Apocalipsis 22: 18-21.
San Juan 3:16.
Con amor y preocupación.. juan.
Ja,ja,ja,ja. No sabía que el Código Da Vinci y toda esa basura antihistórica y racista religiosa contra los católicos fuera historiografía de este ‘profesor’ de historia-ficción de la Rioja. Pobre Universidad española, con estos ‘profesores’. Así nos va. No, si al final va a resultar que Cristo es una invención de Baltasar Garzón, para pedir luego ‘certificados de defunción’ a diestro y siniestro. Ja,ja,ja,ja.
Estos fanáticos anticatólicos (con el Islam tiene mucho duidado de publicar obras ‘históricas’ revisionistas, pues estos ponen bombas en traseros) no tienen límite en su irracionalidad y analfabetismo histórico. Historias, que no Historia.
Por cierto, al histrión presunto historiador se le olvidó poner en su libelo falsificador que Eusebio de Cesárea era el enésimo amante de Marujita Díaz. Ja,ja,ja,ja.
Querido Juan, me alegro de ver que sigues un camino que te llena. Sigue por él, es lo que precisas.
Yo sigo el mío y a tu pregunta de ¿en quién creo entonces? he de responderte, para que no te equivoques, que creer es una etapa, grata y apacible en una segunda época, pero luego vienen otras etapas. Es muy largo de explicar y he necesitado una web para explicar no en qué creo, sino en qué trabajo. Si te pica la curiosidad, aunque no te la recomiendo, entra en http://www.sofiaoriginals.com.
Sigue amando, y, de veras, no te preocupes. Un abrazo. FCT.
PD: Al de las risotadas ni merece la pena responderle, con ellas le bastan.
Mi opiniòn es ser una agnòstica en este caso, ni estoy de acuerdo con el profesor español de la Universidad de Rioja, ni tampoco estoy de acuerdo con la iglesia catòlica a pesar de haber nacido en Roma cerca al vaticano y haber sido italiana de nacimiento. Yo considero que Dan Brown es un gran autor por escribir el Còdigo Da Vinci y tambièn los que descubrieron los evangelios apòcrifos.
Quisiera saber màs informaciòn
Un saludo para el Sr. Conde.
No he leído su libro pero pienso adquirirlo pronto. Sin embargo he seguido la lluvia de comentarios.
Yo también soy amigo de la investigación y tengo algunos hallazgos.
Me parece que los acrósticos de los libros en la sección QUETUBIIM, Proverbios, Salmos y Lamentaciones, demuestran la intención del autor, o autores, de crear correspondencias, o mensajes ocultos, desde hace mucho tiempo. Pero estos están en alefato hebreo y así deben estudiarse. Mi pregunta, a reserva de que usted seguramente lo debe explicar en su obra, es: ¿La firma Simón aparece en acrósticos de qué orden de líneas, palabras o caracteres? ¿En lengua griega? y por último, me parece que la biografía de Flavio Josefo inicia mencionando a su cuarto abuelo un tal SIMON, ¿no existe la posibilidad de que Josefo sea el verdadero autor de los cuatro Evangelios, recordemos que al final de antiguedades de los judíos el presume de tener la intención de escribir CUATRO libros, que nunca escribió. Por otro lado la posibilidad de que Flavio Josefo sea Jose de Arimatea en consideración de que el evangelio dice Yosepharmatitya, no existiendo pruebas arqueológicas de la existencia de una ciudad llamada Arimatea y que realmente lo que el texto quiso decir fue YosephBARmatitya, es decir, José hijo de Matías, nombre de Josefo. linea sacerdotal y todo.
La posibilidad de ser él quien toma el cuerpo de Jesús (su historia evangélica).
Mucho que comentar pero agradezco cualquier comentario suyo, después de todo el buscador honesto debe estar preparado al encuentro con respuestas.
Sr. Conde:
Volviendo al tema anterior, la biografía de Josefo menciona cinco ascendentes: Simón Psello, Matías Aphlie, Mattía Curto, Josefo, Matatías y nuestro Josefo (flavio). Lo que me llama la atención son los apodos o sobrenombres referentes, es decir: Psello, Aphlie y Curto, pues transliterados al hebreo arroja posibilidades interesantes.
Psello=PE, SAMEJ con el sufijo teofórico ALEPH, LAMED que bien pudiera traducirse como «palma de la mano de Dios»
Aphile=ALEPH, PE, LAMED como «ocultar»
Curto=COF, RESH, ALEF con sufijo TAV como «escribir»
Es decir, «escrito oculto por la palma de Dios» entre otras posibilidades.
Creo que los evangelios relatan en clave verdades ocultas. No hay prueba histórica de la existencia de Jesucristo pero si muchas afinidades con otros personajes como Hillel el anciano que si es sujeto real.
Tengo mas de 40 semejanzas entre ese Hillel y Jesús. Como quiera que sea, no es nuevo que la mirada del historiador humano difiera de la mirada del historiador divino, recordemos «ya no te llamarás Abram te llamarás Abraham, ya no te llamaras Jacob te llamarás Israel , Saulo-Pablo, Simón-Pedro, etc.» un nombre para que la gente lo conozca y otro para ser conocido de Dios.
Es así que Hillel pudiera ser el nombre ante los hombres, y Jesús ante Dios. Por eso no encontramos evidencia histórica de un Jesús pero si de un tal Hillel.
La pregunta es: ¿Los discípulos de Hillel y descendientes no son los primeros cristianos? Simón el cuarto abuelo de Josefo ¿No fue contemporaneo de Hillel? ¿No sería él, el Simón Pedro del Evangelio? ¿Y de ahí la redacción de todo el Nuevo Testamento? «tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia»
Su descubrimiento de firmas de «simon» en el Nuevo Testamento, a reserva de verificarlo pues no tengo su libro, es extremadamente trascendente, independientemente de las conclusiones que puedan sacarse de esto. Diferir entre amantes de la verdad solo puede conducir a la verdad misma. Gracias nuevamente y un saludo.
Admiro la paciencia del autor, su esfuerzo para contestar a todos. En cuanto pueda revisaré las reglas de encaje del acróstico. Si son, las reglas precisas de inserción del acróstico, como dice el autor lo único que salvaría a los escritos evangélicos es que contrariamente a lo que supone el autor ( manifestar su disconformidad por la falsificación ) se trate de una reescritura de documentos previos o tradiciones orales para que en adelante la presencia de «Simon» sea la firma que atestigua que es la versión de Eusebio, vamos, la buena. Claro que cualquier conocedor de esta regla podría modificar la versión eusebiana.
Aclaro. La presencia del acróstico en la versión griega de los libros es, según el autor, irrefutable y se ha tomado la molestia de detectarlos. Lo que parece, en lo que he leído hasta ahora, que nadie discute es la intención de Eusebio con la introducción del acróstico «SIMON». Es, probablemente, el talón de aquiles de «Simón Opera Magna». Una suposición no demostrada.
A Hypatia y Luís. Me agradan vuestro interés y vuestros comentarios. Estoy revisando la validez de los acrósticos, buscando más acrósticos similares a los encontrados. Resumiendo: Se escribían textos con «acrósticos de lucimiento», textos literarios, inofensivos, de alabanza, con acrósticos lineales, por ejemplo, Porfirio: Colocando el texto en un tablero de ajedrez, se leen acrósticos en los laterales y en las diagonales. Pero he hallado, además, algún otro acróstico colocado disimulado en el texto, de modo que la suma de posiciones – contando del extremo de la frase del mensaje y su respuesta – sea la misma cifra. Ejemplo, Plinio y Trajano.
Mis dos libros están escritos con un conocimiento escaso del arte antiguo de escribir mensajes ocultos, aunque en aquel momento no lo sabía. Espero poder divulgar nuevas informaciones que resuelvan la incógnita de forma más contundente. Y éstas averiguaciones se centran sobre lo que falta por descubrir, más que por reforzar lo ya dicho.
Es lo que puedo decir por ahora, que sigo trabajando y que las conclusiones se mantienen, todo es obra de una persona, y trato de dar argumentos escritos en el idioma en que todo se escribió, el griego. No soy amigo de elucubraciones lingüísticas, Luís, lo siento. Un saludo a los dos. FCT.
Sr. Conde:
Quiero conseguir su libro, ¿se puede adquirir en México? ¿qué editorial? ¿o de lo contrario, cómo arreglo compra y envío?.
Por otro lado, escribí y edité una novela que quisiera enviarle.
Tengo preferencia por los ensayos más que por los relatos pero el meterial exigió una forma ligera que sirviera de contrapeso a un contenido de fondo.
Ahí vienen las semejanzas de Jesús con Hillel, Una relación de correspondencia entre las tres secciones del A.T. con las tres secciones del N.T. y un comparativo de espejo entre la historia de Israel y la historia cristiana. Creo que su conocimiento de la Historia aportaría, sin lugar a dudas, una crítica sana.
Como quiera que sea, agradezco se haya usted tomado la molestia de responder a mis participaciones anteriores.
Un saludo.
Ya me acuerdo de lo que le respondí, Luis. En esta dirección cualquier persona puede adquirir los libros, tanto desde España como desde otro país:
http://www.sofiaoriginals.com/ventalibros.htm
no obstante, y en este caso, creo que lo mejor es que le mande el libro. Deme su dirección y le envío los dos, pues son dos. Mi mail está en la web citada. Se los enviaré en dos paquetes, para evitar riesgos. Si le parece, como contrapartida, le daría mi dirección y me mandaría su libro.
Un cordial saludo entre colegas.
Fernando Conde
Qué importancia puede tener el hecho de que el cristianismo haya sido antes o después o de que lo haya propuesto esto u otro autor? El valor del cristianismo reside creo yo en el amor al prójimo y en este espacio veo que los que afirman o descalifican la afirmación del autor lo están haciendo sin amarlo, es decir, desde la posición de atacarlo en lugar de interesarse por las razones que le llevan a afirmar su proposición. Si uno dispone de mejores argumentos, debería exponerlos con claridad y sin descalificar las opiniones de los demás en ese sentido se demostraría ser maduro en el entendimiento y en las conductas afectivas vinculativas, pero veo que es mucha la insistencia en la calificación de lo valido o no valido, en lugar de establecer un dialogo mediante el cual se pudiera llegar a la comprensión de las razones que llevaron al autor a justificar su postulado.
La verdad no se encuentra en uno, se encuentra en la correlatividad recognición y reciprocidad entre la realidad y el juicio de la conciencia que lo reconoce valido, por lo mismo deberían hacer el ejercicio de comprenderse antes de atacarse. ¿ No lo creen así?
Sr. «YO»
En la evoluciòn del conocimiento científico las nuevas aportaciones siempre están apoyadas en trabajos anteriores. Quien descubre algo hoy, tuvo de base, descubrimientos de otras personas de ayer.
La Biblia no es la escepción, es importante compartir los hallazgos.
El mismo Evangelio pide amar a Dios también con la mente, no solo de corazón.
Dios puede verse como el amor que se corteja. Si alguien quiere saber poco de ese amor, pues que investigue poco. Pero si el amor desborda, nadie puede poner límites a la búsqueda seria de respuestas.
Tanto como científico honesto, como religioso fiel, la verdad no puede llevar bozales. Y la crítica siempre es filtro útil.
Los acrósticos «Simón» descubiertos por el Sr. Conde son una gran aportación. Están ahí, y hay que explicarlos. Además Dios no necesita que lo defiendan, ya está bastante grandecito para eso.
Estimado Don Fernando:
Con todo respeto le saludo y felicito por su investigación….Me encantaría formularle dos consultas…y le agradeceria muchísimo si usted pudiera darme luz en este asunto. Antes que todo me gustaría saber si Usted ha tenido la oportunidad de exponer sus conclusiones ante autoridades eclesíasticas y en caso afirmativo, cuál ha sido la respuesta que ellas le han vertido?. Don Fernando, sin afán de contradecir sus conclusiones,….. podría ser factible que las firmas obedezcan a un trabajo de glosa en el cual se dio forma final a los evangelios, sin que necesariamente implique una falsificación a gran escala?
Estimado Sr. Steller: Respondo a su amable petición. Al presentar a la prensa el primer libro, la noticia salió en la prensa local. Al día siguiente un sacerdote amigo de cierta posición, perteneciente a un grupo colegiado muy conocido, vino a mi casa a por un ejemplar. Se lo di y le pedí su opinión una vez leído. Nunca más he sabido de él, por la calle no me ve. En la página web del obispado de Pamplona salió la noticia del libro editado. La he buscado hoy en la web pero no la he encontrado, han pasado varios años. Un amigo de la juventud, uno de los 5 de mi grupo de amigos, era y es párroco en una provincia limítrofe. Le llevé el libro y le pedí su opinión. Prometió dármela, en un ambiente de franca amistad. No he sabido más de él. No se la reclamé. La respuesta ha sido universalmente el silencio más absoluto. No me quejo, es así y punto.
Sobre las firmas. Sigo investigando para desmenuzar los textos que tienen dos fases de elaboración y ver la forma de ambas etapas redaccionales. Lo averiguado hasta ahora confirma la tesis inicial de que todo fue redactado en un momento dado, pero con lo analizado hasta ahora hay que dejar abierta la posibilidad que Vd. apunta. Le diré que no creo que se diera una glosa con firmas de textos pre-existentes, pero el análisis debiera encontrar una respuesta segura y demostrable para que no sea ya cuestión de creer ni de opiniones. El avance es lento.
Muchas gracias por su interés y por su manera de plantear las cosas. Un cordial saludo.
Fernando Conde
es sumamente importante lo que acabo de econtrar; es una confirmacion mas, de las profecias de nuestro SEÑOR JESUCRISTO, inspiradas atraves de los santos apostoles, como Pedro, Pablo, Juan, estre otros. por ejemp pedro en su 2ªcarta nos dice que vendrian tiempos en que vendran falsos maestros que introduciran encubiertamente herejias destructoras, negando al Señor que los rescató. Aparecerian burladores andando conforme a sus propias concupiscencias. 2ªPed. 2:1 y 3: 3. Pablo nos dice que vendran tiempos cuando se amontonaran maestros, que apartaran el oido de la Verdad y se iran a las fábulas. 2ª Tim. 4: 3-4. En particular yo sigo creyendo que los enemigos del EVANGELIO seguiran apareciendo. Pero gracias al SEÑOR DIOS TODOPODEROSO que el fundamento de El sigue firme, como sigue firme su amada iglesia, que la conforman los que aceptan su santa y única doctrina. Sigue diciendonos textualmente la sagrada palabra del Señor: Nadie os engañe por medio de filosofias y huecas sutilizas, segun las tradiciones de los hombres y no segùn CRISTO. Colosenss. 2: 8.
Pero bueno como es posible que sigas con esto, Dios te pedira cuentas por lo que haces, quizá has llegado a estorbar la fe de algunos.
Dios es amor, pero fuego consumidor también. No puedo decir «que Dios te guarde», porque no le crees, pero puedo decirte que si no crees en el, al menos deja que otros continúen en la verdad, aunque tu en la mentira y falsa ciencia quieras morir.
Has perdido mucho tiempo y vida, Arrepientete.
Cristo te Ama.
Te invito a la obra del
Movimiento Misionero Mundial.
Cristo es Verdad. Vida, y el unico camino al cielo.
Para Juan:
No se si alguna vez te platicaron que a Dios hay que amarlo con toda tu mente y todo tu corazón. Es triste que no debatas con argumentos, es triste que no expongas razones, es triste que tu mente brille por su ausencia. Seguramente es porque amas a Dios a medias, solo de corazón, y la mente la usas para cosas que si te importan en la vida, que desde luego no es dios.
Muy cobarde es censurar algo si no das un argumento concreto contra el hallazgo de acrósticos de la palabra Simon que el Sr. Conde encontró y comparte. Y aunque difiero también en algunas conclusiones a las que él llega, agradezco su investigación y aporte.
Es tiempo de diálogos serios, la inquisición y la intolerancia no son el camino.
«No se si alguna vez te platicaron que a Dios hay que amarlo con toda tu mente y todo tu corazón»
Aunque lo sé, e intento vivirlo, no sé en qué se relaciona ello con lo que cité, o qué demandas de mí, cuando no me conoces, creyendo que por lo que dije no cumplo en ello. Quiza crees tener alguna forma extraña de conocer las personas. Por otro lado la razón, el comentario que cite tiene una base: intentar defender la palabra de Dios, porque le AMO, y en contra de su palabra toda doctrina es hueca, falsa, y ésta específicamente, del diablo, una más, producto de la rebeldía, y parte de la guerra que hace contra lo que es verdadero. De lo cual también dice el apostol pablo que vendría a traves de muchos, y pese a esa realidad, que no es de ahora si no desde siempre, escribe a los gálatas, de manera que si aún un angel del cielo descendiera en forma corporal a predicar o hablar otro evangelio diferente, fuera de éste, sea anatema: Gálatas 1:6-10.
«Es triste que no debatas con argumentos»
Lo que dije no lo dije por satisfacer mi persona, haciendo un comentario para entrar en contienda, para herir, no busco nada personal o propio, es general, preocupacion por personas que se dejan llevar por la cizaña que se siembra en su mente, y invirtiendo en ello luego pueden llevar a otras a lo mismo. Pero para ellas el Señor Jesus dice algo en Mateo 18:6-7.
No llamaría argumento mío a la palabra de Dios, como algo que yo hubiese logrado o descubierto, pues antes que yo fuera ella es y cuando deje de ser seguira estando. Pasarán este mundo y ella seguira estando, la misma, no cambiará.
Precisamente por los argumentos personales, fuera del sometimiento a lo que yá esta, prescrito por Dios, existen creencias como éstas, o dedicaciones como estas. Parece que en los últimos tiempos el hombre no duda del diablo, del mundo, del pecado, pero Si de Dios. Esto nace cuando en el corazón se le niega espacio a la verdad, luego ese espacio es ocupado por otras cosas.
Argumento propio no podría llamarse a lo cierto. Lo cierto es algo que ya está, irrefutable, Dios es, su palabra Es, y esto de los evangelios adulterados pasará, y Dios quiera que pronto, mas vale la salvacion del alma, la bendicion de tener el gozo que Dios da, que un título, un nombre, la admiracion humana, el no reconocer que hacemos lo incorrecto y pedir perdón. Argumentos, quedo con las manos abiertas ante esto, mi esfuerzo humanamente no está aquí para argumentar, para luego debatir, aunque todos se levanten para decir cosas como estas, Dios no dejara de ser, Y a El no le afecta en nada. Es como cuando los perros laten a la luna, ella no se vá, queda ahí mismo, no pierde su brillo.
«Es triste que no expongas razones»
Era la segunda ocasion que escribia algo aqui, quizá debí escribir un poco más esta vez, algo de la biblia, pero, como ella es el centro para variar aquí.. lo poco que dije, ha disgustado a algunos.
Se podría escuchar al mismo Señor Jesus hablando, nuevamente a algunos en persona, pero si el corazón está cerrado a él, esa palabra pasará por nuestro lado, pasara y herira a las piedras quizá, las romperá, las hará alabarle, pero nuestro corazón permanecería alli mismo, duro, y las palabras del señor no hallarían cabida en nuestro corazón, Juan 8:37.
Exponer razones, argumentos, si esto se tratara de política, o de una mejor administracion de los recursos públicos, podría ser. Pero esto aqui no depende de argumentos ni razones de otros, depende de una conviccion propia, y la credibilidad que cada uno incline de sí mismo hacia Dios.
«Es triste que tu mente brille por su asuencia»
Que buena frase, que quieres decir? me falto algo?
Bueno, debe ser un palabrerío, citar algunos libros, debatir, argumentar, exponer razones.
Seguramente ya mi mente no brilla por su asencia, pero que no sea mi mente la que ahora brille, prefiero que sea la palabra de un Dios verdadero. Que siempre ha estado alli.
«Seguramente es porque amas a Dios a medias»
Seguramente es una palabra insuficiente, el que la usa dependerá de factores que mas adelante sucederan, luego respaldaran o refutarán aquello que seguramente alguien cree.
Amado lector, con mis errores y mis luchas, mis dificultades y caidas, Amo a Dios, porque precisamente, el me levanta. Este amor él lo empezó, y creo que se ha vuelto mutuo. Él me entiende mas de lo que yo mismo me puedo entender, tiene el poder de perdonar lo quizá yo no pueda perdonarme, y si El me perdona, soy libre, tengo Paz. Te equivocas, creo que le amo, e intento que sea lo mas completamente.
«Solo de corazón, y la mente la usas para cosas que si te importan en la vida, que desde luego no es Dios»
El corazón es el centro de las emociones del alma, el es lo primero que Dios desea del hombre, es la base de la estructura espiritual de una persona ante Dios, es allí donde Dios vé lo que llevamos de El, y de él dependerá ciertamente lo demás.
Mi mente podría variar, de hecho nuestra mente es uno de los blancos que más ataca el diablo, para hecernos dudar, para tentarnos, para no creer a la palabra de Dios, para dudar de ella, pero si en el corazón está registrado el amarle, no pasará de allí, el impulso principal defenderá lo que hemos creido, nos mantendrá en paz.
De las cosas que me importen en la vida, es el amor de Dios, el nos levanta, nos perdona, nos mantiene, hay que estar cerca de El para vivir esas experiencias que no permiten que le olvides, agradeciendole a El día a día, aún en medio de muchas otras ocupaciones que quizá hallan en nuestra mente, aquella no se apaga, la necesidad urgente de Dios todos los días.
«Muy cobarde es censurar algo si nos das un argumento completo contra el hallazgo de….»….»….»
No censuré a nadie, hay algo en la mente y en el corazón de alguno, que fue colocado allí, no nació con el, censuro directamente y enfrento con la palabra de Dios a aquel que coloca estas cosas en los corazones.
Y si alguien puede levantarse y decir aunque sea algo corto en contra de lo que es mal contra de Dios, Dios permita que esté yo ahí siempre entre esos. Es como cuando observas que pretenden herir a la familia, no hay tiempo para argumentar, se obra segun lo que es. Se espera de lo que se tiene.
«Y aunque difiero tambien en algunas conclusiones a las que él llega, agradezco su investigacion y aporte.»
Para lo que difieres y no difieres de estas cosas, la biblia actualmente es un libro disponible, es el respaldo o el contra de lo que cualquier doctrina o iglesia o denominación puede predicar. Leerla es un mandamiento Juan 5:39. Si has llegado hasta aquí creo que es porque importa para ti, la biblia, el evangelio, Dios.
Por mi parte no difiero de esto porque sea un conservador de pensamientos, culturas o tradiciones, soy estudiante, en poco si Dios quiere seré ingeniero agrónomo y no condeno el trabajo, la dedicacion a un arte o profesión. Pero la verdad, este tipo de trabajo, que conlleva a una afirmacion tan consecuente, no tiene justificación.
«Es tiempo de dialogos serios, la inquisicion y la intolerancia, no son el camino»
Cierto, Solo hay un camino: Juan 14:6.
No soy católico, y Dios tenga misericordia de esas multitudes que comparten esa doctrina antibíblica que en nada cambia al mundo, a las personas. De la iglesia católica, la inquisicion es uno de sus tantos testigos en contra, imborrable en la historia. Y porsupuesto, no es la solucion, y por si por acaso quiera venir de nuevo, tampoco será.
Intolerancia, Dios tenga misericordia es lo más que uno puede decir cuando salen cosas como éstas, pues son muchas, y vendran más. ¿Que sentira Dios? realmente, nos da tiempo para vovernos a El.
Lo más importante es que cristo murio por esto, en todo esto se cumple la palabra, El señor, murio presisamente por estas cosas, por los que creyeron y por los que no, por los que le siguen y por los que no, por los que le aman y por los que aún no. Y como el murio por eso, por nuestra ignorancia y falta de luz en el camino, ya pago la deuda, si hemos sido victimas del engaño, el nos liberta, nos recibe, El Es Real.
(Perdon si ofendi a alguien antes o ahora)
Dios les bendiga.
Apreciado Juan, acepto gustoso la existencia de Dios. De que escriba lo que escribo no se deduce que elimine a la Divinidad de mi universo. Hay personas que no aceptan la Ética y tampoco a la Divinidad. Eso es un primer nivel. Hay personas que tiene fe ciega y aceptan la Ética y a la Divinidad. Eso es un progreso. Hay personas a las que la religión oficial se les queda corta y, aceptando a Dios, quieren saber más de Él y de la Vida. Eso es otro nivel. Porque haya llegado Vd. al segundo, no piense que todo el que no lo comparte con Vd. esté en el primero.
La idea de que Dios es amor y fuego consumidor es normal en su nivel. En el tercero, Dios es sólo Amor. Dios nos guarda con independencia de los deseos de todas las gentes de todos los niveles.
Hay una verdad para cada nivel. Pero esto se comprende sólo en el tercer nivel.
No pienso arrepentirme de haber dejado atrás el segundo nivel, eso no cabe. Siga viendo las cosas con los ojos del nivel en el que está. No se lo reprocho. Pero hablando en un Foro, todos los que están en otro nivel perciben por qué nivel anda Vd. Sólo coincidirán con Vd. y le aplaudirán las personas de su nivel.
Por todos los caminos se va a Roma, se decía. A la Otra Vida, lo mismo.
Le deseo que algún día su nivel se le quede corto y acceda a la tolerancia. Es lo mejor que le pueda suceder.
Un saludo.
Fernando Conde
¿No ha cambiado la sociedad y el ser humano? El milagro de hoy es que un espermatozoide fecunde un ovulo.Y que nazca bién un ser humano, sin taras,otro.Que se practique la caridad con los semejante, y empiezo y no acabo.Que queremos que se repitan los del año 1?Lo importante sociologicamente es en lo que contribuyó al desarrollo de los seres humanos, la naturaleza y el respeto al mundo que nos rodea proporcionándole valores morales, eticos y filosóficos.Sirvió,funcionó y los vicios de hoy no van a ser una parte por el todo,¡digo yo!no hemos perdido ni la fé ni la bondad y mucho menos la solidaridad y los valores humanos si no que han transmutado a otro estadio a la espera que se nos ofrezca la oportunidad de extraerlos del inconsciente al consciente para reafirmarnos como somos intimamente.Que mas dá que lo hagas por el Islam,por el Talmud,por Cristo o por Marx, pero ¡házlo! ayuda a tus semejantes, defiéndelos, ámalos,protégelos, y ponte en su lugar cuando estén sufriendo, y no perdamos la esencia general de nuestros actos, de nuestra conducta.
Ahora en serio debemos reflexionar si no hubiéramos vivido la cultura que vivimos ¿que hubièramos vivido? O nada o lo que teníamos.Que nos engañaron? También nuestra hemanita que podia venir el coco y llevarnos al pais de nunca jamás.Pero eso consiguió que no metiéramos los deditos en la trituradora de basuras.Por eso tenemos 10 y no un muñón.
Valla, verdaderamente que hay personas que no salen casi de su casa, creo que ni leen el periodico y tampoco ven noticias.
A parte de lo del coco que habra querido decir lolin?
La retórica sin duda es un gran instrumento, pues nos lleva por el camino de la necesidad, para encontrar puntos de apoyo, que sirban para afianzar nuestras tesis. Por esto aplaudo sus discusiones señores, pero sólo por eso. Al fin y al cabo, queda claro que ustedes son erudítos, pero la erudición en estos tiempos de INTERNET y todos sus avances diarios no es ya tan útil. Pues en la web encuentro todas las referencias que me sean de utilidad. Por lo tanto personalmente considero a la «erudición» como a un radio de banda ancha: Obsoleto.
La verdad es que por cerca de 2,000 años ha sido manipulada la Fé, de los congregados en torno a cualquier organización religiosa «cristiana», con el contenido de códigos y reglamentos «hechos a modo» y conveniencia de quien pagó por que los elaborarán, «EL IMPERIO». Por otro lado, me queda bien claro que: «TODOS SOMOS SABIOS EN PROPIA OPINION» y que nos asiste el derecho a pensar y expresarnos, con la única condición ética de respetar el derecho de los demás a hacer lo mismo.
Una cosa es indiscutible, los «evangelios» no los escribieron los Disípulos directos de Cristo, no los escribieron quienes fueron testigos absolutos de la vida y obra de Jesús. Eso si, son conceptos irrefutables como puntos de apoyo para normar conductas que nos permitan recorrer nuestros senderos tanto externos como internos.
Cristo, su sabiduría, humildad y sus obras son indiscutibles. Lo importante es entenderlas y aplicarlas. Discutir sobre quien sabe mas, no lleva a encontar La Verdad. Y si la buscamos, encontramos y asumimos Ella nos hará LIbres. ¡Que haya Paz en sus corazones!.
Aplaudo su intervención, Rafael. Practica la condición ética de respeto y eso da valor a su aportación. Defiende la utilidad del Cristianismo como ideal al seguir para una parte no pequeña de la población. Y eso también es verdad. Que todos debemos aplicar el mandamiento del Amor, en eso estamos todos de acuerdo. Déjeme que le apunte en qué no coincido.
No es Retórica lo contenido en este apartado de Medievalum. Tampoco es erudición. Al que no ha dedicado al tema el tiempo que algunos le hemos dedicado podría parecerle que aquí escriben eruditos. No. Simplemente a este tema le hemos dedicado muchas horas de lectura y estudio, de búsqueda. Eso no es erudición. Un erudito de verdad se reiría de casi todos nosotros, y me incluyo.
Dice que en la Red encuentra todas las referencias. Le felicito. Yo no tengo tanta suerte. Tampoco me tengo por sabio en mi propia opinión. Todos podemos errar, somos humanos, por eso sigo estudiando. Y ahora lo principal, a mi juicio, el por qué de esa búsqueda.
Hay personas a quienes las enseñanzas evangélicas les llenan. Perfecto, vívanlas. Hay también a quienes no; quienes, viviendo eso, desean metas de más alto nivel. Y eso se enseñaba ya el año 1 de nuestra era y se destruyó más tarde (Véase Ágora de Amenabar, pero como refencia parcial, incompleta, aproximada). No tenemos por qué vivir y morir conociendo sólo el 30%. No en pleno siglo XXI. Cuando no se conoce bien el 30%, ese contenido nos llena. Cuando se sigue, se pide más. Y ahí estamos, Rafael.
Con mi aprecio, FCT
Estimado Don Fernando:
Con todo respeto me permito formular el siguiente comentario y en ocasión del mismo plantear unas breves consultas: Resulta evidente el trabajo de glosa que se ha dado en el Nuevo Testamento, para pretender ignorarlo debe uno valerse de una lectura fundamentalista y acrítica de los textos, ello se desprende con toda claridad con sólo observa las variantes que contienen los diversos manuscritos.
La pregunta natural y que le salta a uno como creyente, es ¿cuáles partes del Nuevo Testamento son realmente originales?……Por ello de conformidad con su valiosa investigación, me permito plantearle las siguientes preguntas:
1-¿cuáles porciones del Nuevo Testamento son originales?(me refiero a que si se pude identificar una porción mas o menos continua y de magnitud considerable, o si por el contrario las partes originales están diseminadas y aisladas)
2- ¿Resulta acertada la aseveración de que el evangelio de Marcos es el más antiguo?
3-¿Como justificar que el evangelio de Juan contenga una cristología diferente a la de los sinópticos?
Agradezco ampliamente el espacio que usted brinda para el análisis de estos temas de tan alta trascendencia…
mal eso de andar parcializando los comentarios. jummm. parece que en algunas ocasiones se te agotan las respuestas? es que, contra la palabra de Dios solo resta el poner nuestra mano en la boca y callar..
claro, ocultamente. nadie lo sabrá. a tal punto que ni yo mismo. arrepientase. Dios lo juzgara. Si usted le aborrece, como cree usted que el le ame independientemente de los deseos de su corazón. Eso no cabe. ya el tiempo de la cruz se cumplio.
no intente ocultar la palabra de Dios. y deje de engañarse a ud mismo y los demas.
Para estas alturas, no seria nada extraño que Dios deba darle una leccion.
No obstante, si al señor le place y lo soporta, lo seguira permitiendo a usted como instrumento del diablo para probar la fe de algunos. pero
horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo.
pena da usted.
Para Evangelista, desde medievalum.com no se censura ningún comentario, tan solo los que contienen insultos, descalificaciones o que no aporten nada al contenido de esta web, como es el caso de su comentario.
Un saludo
Estimado Rafael, respondo a su mail último.
* ¿qué partes del Nuevo Testamento son realmente originales? Busque en Google con «Fernando Conde Torrens» y en la web que aparezca busque en «Sabiduría». Allí tiene 6 escritos Originales neotestamentarios. Esas partes son Sabiduría y les llamo «Originales», porque da toda la imrpesiòn de que se escribieron en primer lugar. Juzgue por sí mismo. Léalos muy poco a poco, 20 líneas cada día, interiorizando lo escrito, dejando resbalar los conceptos hasta su interior. Quizás experimente cosas. Si asi fuera, habría dado un buen salto.
1-¿qué porciones del Nuevo Testamento son originales? Las 6 partes dichas son continuas y algo largas. Si las busca en su Biblia y subraya lo que defino como «Original», podrá comprender cómo se escribió el conjunto.
2- ¿Resulta acertada la aseveración de que el evangelio de Marcos es el más antiguo? Sí, se escribió en primer lugar, diría.
3-¿Como justificar que el evangelio de Juan contenga una cristología diferente a la de los sinópticos? Ni idea. Porque eso decidió el Autor. Habría que preguntarle a él … He leído que esto se parece a como escribió Tolkien su obra o cómo Asimov planeó su trilogía «Fundación e Imperio», mirando cómo se escribían historias anteriores. Creo que todo autor de una novela histórica se documenta sobre la época y luego añade en ese ambiente sus personajes.
Hay cosas que son para ser experimentadas. Podremos hablar de otro modo cuando haya experimentado.
Un afectuoso saludo.
FCT
He leido (perdon, no me funcionan los acentos) el libro de Fernando, el Simon, y me ha llamado mucho la atencion.
He decidido recorrer, a mi manera, un trocito del camino recorrido por Fernando para ver que pasaba. Busque en Internet las Biblias mas antiguas escritas en griego y me tope con dos: 1) la siptuaginta y 2) el codex sinaiticus.
La 1) no vale, pues solo incluye el Antiguo Testamento, y en la 2) me ocurren cosas curiosas:
– el pasaje de la mujer adultera (que raro queda sin acento), Juan 8:1 segun la pag. 150 del Simon, no esta en http://www.codex-sinaiticus.net que pasa de Juan 7:52 al 8:12 (¿puro azar? ¿estan quitando las firmas descubiertas por Fernando? ¿estan poniendo las que faltaban?)
– visto que del pasaje anterior iba a sacar poco en claro, me fui al Juan 19:6 de la pag. 152 del Simon y aqui las cosas no cuadran con lo que aparece en http://www.codex-sinaiticus.net
* el 19:6 del simon empieza con: ?? ??
* el 19:6 de http://www.codex-sinaiticus.net empieza con: ??? ???
Esta situacion no es de extrañar, pues la traduccion al ingles del codice sinaitico no coincide con la de la pag. 152 del Simon. Queda claro que la redaccion del pasaje no coincide por completo, aunque la numeracion –19:6– si que lo haga.
Me surgen, asi, dos cuestiones:
1) ¿uso Fernando el codice sinaitico como documento interpolado en el que buscar el documento base de Simon limpiando todo lo que no estaba firmado por Simon?; si la respuesta es si, llega la
2) ¿estaba el 19:6 del codice sinaitico tan interpolado (o ampliado-añadido) que hubo que hacer una buena limpieza hasta llegar al documento base de Simon-Eusebio?
Entiendo que los originales griegos son de un valor incalculable y hace 20 años quiza solo se pudiera acceder a facsimiles, para proteger asi los originales del desgaste por el uso que los investigadores hicieran de ellos.
Fernando, ¿cual fue tu documento griego de partida? ¿Resulta muy largo dar los detalles de limpieza hasta llegar al Juan 19:6 firmado por Simon? Gracis. Saludos
Me temo que los grupos de letras griegas no aparecieron. Eran las siguientes:
* el 19:6 del simon empieza con: eta nu delta epsilon
* el 19:6 de http://www.codex-sinaiticus.net empieza con: omicron tau epsilon omicron ? nu
No se griego e ignoro como se llama la letra entre la omicron y la nu, marcada con ?, pero -para el que sepa griego- parece una uve
Encontrado el pasaje que corresponde a Juan 19:6 en la pag. 153 del Simon de Fernando en http://www.codex-sinaiticus.net
En http://www.codex-sinaiticus.net equivale a Juan 19:14 y el sonido s esta representado por una c en lugar de por una sigma: esto ocurre tambien en el cirilico derivado del alfabeto griego que usan los rusos donde, en tiempos, CCCP eran las iniciales de Soyutz Sovietsky Socialistizesky Republik o Union de Republicas Socialistas Sovieticas. Saludos
Hoy me he enterado, Albertorg, de sus 3 consultas.
Respondo a la 1ª:
El copista del Sinaiticus del pasaje de la mujer adúltera debió entender era demasiado permisivo y lo eliminó. Es una conjetura que he leído en algún lugar. Dejémoslo.
Las firmas están en cada obra y no se pueden eliminar sin hacer desaparecer texto. Nada de eso, Albertorg.
Sobre la página 152 de mi libro. Dice así, lea: 22. “Una prueba del final de Juan documento base.” Me explico: “Juan documento base” o “Juan original” es mi extracción del Evangelio de Juan y lo que mantengo que se escribió en primer lugar. Lo he definido completo en las páginas 18, 19 y 20 del libro. Los versículos 6 a 10 son de mi extracción, de “Juan documento base”, no del Evangelio de Juan. Son partes del Evangelio Juan 19 versículos 14,15,16,17,18,30,31 y 35.
Pregunta 1) ¿Sinaíticus usado como base? No. Usé los 3 libros en griego indicados en la Referencia básica de la Bibliografía, los tenía todos.
Para explicar cómo llegué del Evangelio de Juan a “Juan documento base” me hizo falta escribir el libro “El Grupo de Jerusalén”, del que “Simón opera magna” es continuación. Deme su dirección y se lo envío sin cargo, esté donde esté.
Respondo a la 2ª: Claro, no pueden coincidir. El versículo 6 del final de “Juan documento base” es Juan 14. El resto hasta el versículo 10 de mi extracto se los acabo de dar arriba. Hay dos textos diferentes: El Evangelio de Juan, en el que Vd. busca, y “Juan documento base”, que es un extracto y es al que yo me refiero. Omicron, tau, épsilon – omicrom, úpsilon, nu. Equivale a nuestra “u”, pero se pronuncia “i”, como en francés.
Respondo a la 3ª. Problema de escritura en mayúsculas (UNCIALES), las únicas letras que había en la Antigüedad, mientras en los libros modernos se escribe en griego, pero con minúsculas, reservando las mayúsculas para las iniciales de Jesús, Cristo, etc. La “s” en griego es “sigma”. Yo uso la Fuente “Symbol”, que no tiene acentos y que es técnico, ingenieril. La “S” se escribía como una “C” mayúscula nuestra. Donde yo escribo “sigma” en un texto griego original escribirían “C”.
Lo importante es si capta diferencia por dentro leyendo “Juan documento base” o el Evangelio entero. Todo lo demás tiene mucha menos importancia. Mantengo mi oferta.
Un cordial saludo. FCT.
Acabo de conocer la obra del Sr. Fernando Torrens hace escasas horas y he de admitir que ha causado en mí un gran impacto, pero mi comentario no tiene un fin crítico sobre sus estudios ni su método, ni mucho menos.
He leído muchos de los comentarios que aquí se han dejado y que aportan numerosos puntos de vista al libro de Torrens. Casi todos, ciertamente denotan un nivel intelectual muy superior al mío-estudiante de 2º de Hº del Arte- por lo que me quito el sombrero y os aplaudo de verdad. Ha sido un placer leer críticas tan bien argumentadas y tengo la esperanza de poder llegar algún día a alcanzar esa maestría a la hora de demostrar o rebatir cualquier tema que se tercie.
Un saludo de la admirada Tamar.
lean la biblia y dejen de hacer afirmaciones que son falsas
Lo de los acrósticos se parece sospechosamente a este libro: https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%B3digo_de_la_Biblia
zzzZzzzZzzZzzz…..resumen: buen medio y forma de promocionar su libro, y libros futuros de Conde Torrens para que la gente lo compre. Ha dado para bastantes años el tema. Del 2004 al 2023….y siguiendo.
Lo de Conde Torrens: «En quién creo entonces?. Creer es una etapa, grata y apacible en una segunda época, pero luego vienen otras etapas…» me he quedado sencillamente ojiplática. Cuánto daño, cuánta confusión, cuánto engaño, cuánta manipulación, para la mente de las personas, y más en estos tiempos que corren tan propicios para todo esto en los que aparecen tantos gurús, maestros, que se creen autoridades intelectuales en el tema. En fín, soy inmensamente feliz de ser creyente y católica. Y no pierdo ni un minuto más aquí.