La Illa del Rei (en Google Maps) acogió en el siglo VI una parroquia cristiana que, además del edificio propiamente eclesiástico, albergaba un baptisterio y una necrópolis, además todos los elementos que servían de hábitat y de espacios para realizar actividades productivas. El islote acogió una comunidad formada por una decena de monjes y hasta una veintena de familias que habitaron las cuatro hectáreas del islote hace 1.500 años. Según una investigación de la Universidad de Barcelona, que participan en una campaña de excavaciones promovida por Amics de l’Illa de l’Hospital.
El edificio principal del complejo es la iglesia, de 18,5 metros por 11,5 metros, que se halla enclavada en la parte oriental del islote. Presenta una cabecera rectangular, tanto interior como exterior, orientada al este. A los lados norte y sur de la nave de la iglesia se sitúan dos ámbitos laterales longitudinales. La nave de la basílica y el ámbito norte estaban pavimentados con mosaico, mientras que en su extremo este se localiza el baptisterio, que dispone de una piscina circular revestida de mortero tanto interior como exteriormente y construida por encima del nivel del pavimento. En la cabecera se localiza una base del altar cuadrangular con cuatro marcas de tenantes y en el centro de la plataforma aparecen dos cavidades que se interpretan como relicarios. El pavimento de la iglesia se articula en tres grandes tapices con temáticas distintas y el diferente alzado de éstos, que van ascendiendo hacia el santuario. El tapiz más occidental del mosaico, con el nivel más bajo, constituiría el espacio para los fieles.
La campaña persigue levantar una nueva planimetría del yacimiento, consolidar los restos arquitectónicos y, por otra parte, clarificar la funcionalidad de los espacios anexados a la iglesia. Uno de los elementos constructivos más espectaculares y único en esta zona es el stibadium o comedor. Se trata de una habitación cuadrangular con una mesa central y a su alrededor una banqueta semicircular de mampostería, en la que los comensales estaban recostados sobre unos cojines rellenos de paja y hojas secas, como puede apreciarse en las pinturas de catacumbas y en escenas de caza en mosaicos.
Los investigadores subrayan el carácter marinero de la iglesia de la Illa del Rei, estratégicamente situada en la vertical de la bocana del puerto de Maó. En este sentido apuntan a una posible torre ubicada en la zona oriental del complejo, que tendría una doble utilidad como campanario y faro para guiar la entrada y salida de las embarcaciones.
El asentamiento de la Illa del Rei no es sólo un templo, sino una parroquia, concepto ya documentado en el siglo IV, que posibilita el bautismo y el entierro de sus fieles. Las construcciones existentes en la zona meridional de la iglesia reflejan la actividad productiva de los habitantes, con una serie de ámbitos dobles para estabular el ganado y guardar el grano. También aparecen dos depósitos, debidamente revestidos con opus signinum para almacenar productos agrarios o procedentes de la actividad pesquera.
Los estudios de la Universidad de Barcelona relacionan el mosaico de la Illa del Rei con el programa del emperador Justiniano de reforma de iglesias durante la ocupación bizantina. Por tanto, defienden que se trata de una iglesia y un conjunto planificado y construido en el siglo VI y que se abandonó en una fecha desconocida.