El ministro de Cultura, César Antonio Molina, entregó ayer al Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC) la obra del «Calvario«, que adquirió por 330.000 euros y que forma parte de un retablo gótico pintado por la escuela de Girona en el siglo XV, que se desmembró y cuyas otras partes permanecen en el extranjero como el Metropolitan de Nueva York, que posee el fragmento dedicado a la Madre de Dios.
La tabla, de 96 x 77 centímetros, es la mayor del retablo y se atribuye a los pintores Joan Antigó y Honorat Borrassà, aunque podría ser de un tercer pintor de esa misma escuela gerundense del gótico internacional, como indicó hoy el jefe de la colección de gótico del MNAC, quien destacó que no se conservan muchas obras de esta escuela, por lo que este «Calvario» tiene aún más valor e interés artístico.
El «Calvario» estuvo en manos de coleccionistas extranjeros hasta que reapareció en España en 1996. En 1998, la Generalitat la incluyó en el catálogo del Patrimonio Cultural Catalán y ayer se recuperó para el patrimonio público.