El estado de ruina de un edificio amenaza los sótanos del siglo XIV anexos a La Lonja de Valencia

Una cámara abovedada del siglo XIV sita en el sótano de un edificio de la plaza del Doctor Collado de Valencia y contigua al edificio de La Lonja, declarado Patrimonio de la Humanidad, podría resultar dañada durante las obras de reparación de un edificio protegido declarado en situación de «amenaza de ruina inminente» por el Ayuntamiento de Valencia.

Uno de los inquilinos del inmueble ha puesto el caso en conocimiento de la dirección general de Patrimonio después de saber que los actuales propietarios de la finca, una empresa constructora, y el técnico del área de Ruinas del consistorio adujeran desconocimiento sobre esa construcción centenaria. Él pide a Cultura que intervenga para evitar daños en esa estructura.

De hecho en los trabajos de limpieza de las fachadas de La Lonja los técnicos tuvieron especial cuidado en la colocación de los andamios para evitar el hundimiento de las bóvedas subterráneas de propiedad privada. La existencia de estos sótanos y del antigua valladar islámico generaban problemas de humedad en La Lonja tal como quedó evidenciado durante una intervención ejecutada hace cuatro años para corregir estos problemas.

El inquilino del edificio afirma, para su sorpresa, que «no figura en el inventario de bienes inmuebles del patrimonio cultural valenciano. La construcción consiste en un sótano abovedado de piedra vista y arco de medio punto». Él considera que la ubicación de la cámara en la plaza del Doctor Collado pueda datar del siglo XIV y corresponda a la Lonja de Mercaderes, que después fue la Lonja del Aceite. El restaurador de La Lonja, Manuel Ramírez, confirmó ayer que los sótanos pertenecen a viviendas privadas anteriores a la construcción del edificio histórico.

Lo curioso de esta situación es que cuando este inquilino acudió al edificio a finales de octubre con un arquitecto para realizar un informe contradictorio uno de los técnicos representante de la propiedad le negó la entrada y le comunicó que tal cámara abovedada no existía.

La sorpresa del aún hoy inquilino, pero desalojado hace casi dos meses, fue mayor cuando el técnico de la sección municipal de ruina, responsable del expediente, tampoco incluye en la declaración de ruina la existencia de la cámara. «El técnico nos reconoció que desconocía la existencia de la cámara y en momento alguno había bajado al sótano. Le pregunte como era posible hacer un informe de ruina sin bajar al sótano, y máxime figurando en la ficha urbanística de protección y más aún porque el muro de la fachada afectada descansa sobre uno o dos pilares, la respuesta del funcionario fue un encogimiento de hombros», comentó.

El calvario de quienes vivían en el edificio empezó en septiembre cuando durante las lluvias un rayo dañó uno de los balcones y desde entonces ha empezado todo «el martirio» de una finca que podría desmoronarse y dañar la estructura abovedada del sótano, cuya gran parte está bajo la plaza del Doctor Collado. Ésta no es la única ya que a ambos lados de La Lonja hay más.